Tras el plante materializado el domingo, los «bleus» volvieron a los entrenamientos en la jornada de ayer sin que ello haya apagado los ecos de una crisis que se antoja va a prolongarse en el tiempo. De hecho, hasta el propio gobierno francés a través de la ministra de Deportes, Roselyne Bachelot, realizó un llamamiento a los futbolistas en nombre de «la responsabilidad y la dignidad».

La actitud de los futbolistas ha desatado todo un polvorín en la prensa. Para medios como «L`Equipe», la decisión de sus jugadores no fue una huelga, sino un acto de «cobardía» y un «capricho». «Psicodrama paroxístico» o «vodevil» fueron otros de los calificativos peyorativos que se utilizaron en la prensa francesa para explicar una situación en la que los «bleus» no estuvieron «a la altura de su salario ni de la suerte que tienen de hacer lo que soñaban cuando eran niños», publicó «Libération».

Y en el ojo del huracán, uno de los mitos vivientes, Zinedine Zidane, al que algunos medios han apuntado como principal responsable de la mini huelga. El ex merengue aprovechó un acto publicitario para desmentir tal versión. «Para que quede bien claro, los que me conocen saben que cuando fui futbolista jamás opiné sobre la formación del equipo. Nunca he tenido problemas con Domenech y siempre he respetado su papel de entrenador», comentó.

Escasas posibilidades

Para apagar el fuego, todo debería pasar por que Francia pasara a la siguiente ronda, pero para ello deben darse un buen número de carambolas. Para empezar, que los de Domenech ganen a Sudáfrica -algo que está por ver- y que además lo haga por goleada. Pero el principal condicionante es que México y Uruguay no empaten, algo que clasificaría a ambos.

Basta con repasar la historia mundialista para ser conscientes de que las igualadas en la última jornada están a la orden del día, especialmente cuando favorecen a sus protagonistas. Lo más normal es que mexicanos y uruguayos pacten pasar a los octavos, dado que también han sido los mejores del grupo.

La única y remota posibilidad que les queda a los franceses es el hecho de que quien quede segundo en el grupo A -ahora mismo México por la diferencia de goles- deberá medirse a Argentina, uno de los conjuntos que mejores prestaciones ha mostrado en lo que se lleva de campeonato.