Según el informe "Bioman" de Azti-Tecnalia, realizado en mayo y presentado ayer, la biomasa de la anchoa del Golfo de Bizkaia ha aumentado un 30% respecto a 2009 y se ha situado en 36.500 toneladas, por encima del límite de precaución fijado en 33.000 toneladas. Es la primera vez desde 2001 que se logra superar esa frontera. Además, según este estudio, la gran mayoría de la anchoa detectada es joven, nacida en la primavera del año pasado. No cabe duda de que son datos positivos, al menos comparativamente. También muestran que la veda puede haber dado resultados que recompensen, al menos en parte, el sacrificio realizado por los arrantzales.

Todo ello no implica que ahora haya que centrar el debate exclusivamente en el incremento de cuotas. Existen otros elementos que afectan al sector de la pesca de bajura. Con altibajos, la campaña de la anchoa ha cumplido objetivos. No obstante, sigue sin haber acuerdo sobre el precio apropiado y sobre los márgenes de beneficio que quedan a cada eslabón de la cadena productiva, desde que se pesca hasta que llega a las pescaderías. Lo cierto es que, al menos desde el punto de vista del consumidor, a menudo falta transparencia al respecto. Por otro lado, sigue abierto el debate sobre el modelo de pesca y sobre la soberanía alimentaria, que también tiene su importancia en este sector.