La venta fue ordenada por el Tribunal de Quiebras de Minnesota con la finalidad de pagar a decenas de acreedores del inventor del cliché instantáneo, cuya empresa quebró en dos ocasiones, una en 2002 y la última y la principal, en 2009. La subasta arrancó ayer y finalizará hoy en la prestigiosa casa de subastas neoyorquina Sotheby's, que expone desde la semana pasada todas las fotos en venta en varios pisos de su sede de Manhattan.

La selección ha sido creada durante décadas por el fundador de la empresa e inventor Edwin Land y su director técnico, el fotógrafo Ansel Adams, de quien también se venden cuatrocientos clichés. Land decidió en su día enriquecer el catálogo con las obras clásicas y acordó con Adams que adquiriese, a cuenta de Polaroid, los trabajos de grandes fotógrafos estadounidenses como Harry Callahan y Dorothea Lange, cuyo famosa «Madre emigrante», tomada en 1936 en California, se estima que alcanzará entre los 60.000 y los 80.000 dólares. «Quería mostrar todas las facetas de la creatividad en este área», explicó Denise Bethel, director del Departamento de Fotografía en Sotheby's. Algunas fotos murales de Adams, entre ellas su «Salida de la luna en Hernández, Nuevo México», están valoradas entre los 300.000 y los 500.000 dólares, aunque el marchante de arte espera que en subasta lleguen a 7,2 y 11,1 millones.

Existía también una cámara Polaroid inmensa, de 50 x 60 cm., un ejemplar único, que permitió a artistas como Chuck Close que realizase su «Autorretrato en nueve partes», formado por nueve clichés de diferentes partes de su rostro (40-60 mil dólares). «En los años 50-60, Ansel Adams comenzó a enviar cámaras a artistas y fotógrafos, a cambio de imágenes», dijo a los periodistas Denise Bethel. «Este programa, titulado `Apoyo a los artistas', ha permitido la creación de esta colección impresionante».

Polaroid, adorado por las familias y los viajeros, también ha contado entre sus fans a leyendas de la fotografía o la pintura como Robert Mapplethorpe, Robert Frank, Andy Warhol y Robert Rauschenberg, cuyas fotografías polaroids se ponen ahora a la venta.

Sin embargo, artistas y galeristas, entre los que se encuentra el propio Chuck Close, han mostrado su desacuerdo con la venta. «Hice mi mejor trabajo para esta la colección porque iba a permanecer unida y se iba a donar a algún museo», explicó el artista, en declaraciones a «The Art Newspaper». Este pintor estadounidense, junto a otros 56 artistas, quiere llevar a Polaroid a los tribunales, ya que en su día la compañía acordó con ellos que estas imágenes nunca tendrían un fin comercial.

Por contra, en Sotheby's se frotaban las manos. «Es la primera vez en nuestra historia que nos ofrecen una colección en torno a una tecnología, y no sobre un artista o un tema», apuntaba Denise Bethel en declaraciones a la prensa. «Polaroid ha influido en la historia de la fotografía, la estética y el arte contemporáneo», agregó.

En 2009, la marca Polaroid fue comprada por un grupo autodenominado «El Proyecto Imposible», que trató de recuperar y comercializar el dispositivo polaroid y nombró a la excéntrica cantante Lady Gaga para el puesto de director artístico.