Una vez que ha entrado en vigor el decreto de reforma laboral del Gobierno de Zapatero, las empresas no parecen estar dispuestas a esperar un minuto para aplicarla en su beneficio y en detrimento de los trabajadores. El dudoso honor de ser la primera es para la alavesa Saunier Duval, pertenececiente a la multinacional alemana Vaillant, que ha decidido retirar el ERE de extinción presentado hace apenas unas semanas, que preveía el despido de 80 personas, y presentar uno nuevo de las mismas características -«una fotocopia», les dijeron a los trabajadores en la reunión del lunes- pero con la amenaza de incluir elementos de la reforma, que prevé un despido más barato y más fácil de aprobarse.

«Podemos ser los primeros afectados por la reforma laboral ya que, sólo conociendo algunos de sus detalles, la multinacional ya amenaza con su aplicación», valoraron ayer los miembros del comité de empresa, que expresaron su adhesión a la huelga general convocada para el martes por la mayoría sindical.

Precisamente, Gotzon Kortazar y Luis Fernández, responsables en Araba de LAB y ELA, respectivamente, señalaron que lo ocurrido en Saunier Duval constituye un «ejemplo gráfico» de que todo lo que han manifestado hasta ahora sobre la reforma y que les ha llevado a convocar la huelga general es cierto, y que la reforma promovida por el PSOE y aprobada con la abstención de PNV y UPN, entre otros grupos, «en ningún caso sirve para crear empleo ni para generar unas condiciones que favorezcan a la clase trabajadora».

A este respecto, ambas centrales destacaron que la actitud de Saunier «clarifica qué es y qué no es esta reforma». También señalaron, tras recordar que desde el inicio de la crisis se ha ido castigando progresivamente a trabajadores y trabajadoras con diferentes tipos de contrato, empezando por aquellos que estaban empleados con contratos más precarios, que con esta reforma «pretenden ir a degüello contra las personas que están estables desde hace años en el mercado de trabajo».

Otros casos individuales

Desde ELA y LAB también explicaron que, si bien Saunier es el primer ejemplo colectivo de aplicación de la reforma, estos días se han encontrado en los juzgados situaciones en las que las empresas, ante despidos que se catalogan improcedentes y ante la disyuntiva entre readmitir o indemnizar, están readmitiendo a los trabajadores para que «mañana, con el amparo de la reforma laboral, el despido les salga mucho más barato».