Huelga general el 29 de junio

«La reforma de Zapatero cercena la negociación de los convenios»

¿En qué perjudica la reforma laboral a la negociación colectiva?

La modificación más importante es que esa reforma laboral trata de condicionar la capacidad de las partes hacia el lado más fuerte, que no es otro que el de los empresarios. Lo fundamental es que cercena la capacidad negociadora de los sindicatos para otorgar mayor capacidad de decisión a la parte de la patronal. No es de justicia que se dé prioridad al fuerte sobre el débil. Los trabajadores quedamos desamparados frente al poder empresarial.

¿Cree que empeorarán las condiciones laborales y salariales de los trabajadores ante esa agresión que se perfila en este momento en la propuesta de Rodríguez Zapatero?

Se condiciona, incluso en el tiempo, la capacidad de garantizar lo ya firmado, lo que significa un grave problema. Lo firmado se supone que es un punto de encuentro entre dos partes, pero si pretendes introducir la vía de la mediación o el arbitraje en el proceso para descolgarte de lo pactado, es evidente que no se aplicarán las subidas salariales que hayan sido pactadas. La patronal está reivindicando desde el inicio de la crisis que es necesaria una mayor flexibilidad, incluyendo la movilidad geográfica y la movilidad funcional, es decir, que hagas unos u otros trabajos. No servirá lo que se pacte en el momento que la patronal desee dar un giro. Pero, tengo que reconocer que el día a día demuestra que la práctica real de lo que establece la ley es mucho peor en las empresas. Está claro que el texto de la reforma pretende alterar la correlación de fuerzas entre dos partes: los sindicatos y los empresarios para favorecer sólo a éstos.

¿Siempre en beneficio de los intereses de la patronal?

Claro, siempre.

¿Hacia dónde habría que enfocar una reforma que no lesione los derechos de los trabajadores?

Primero no sería malo empezar por cumplir lo que se firma y se pacta entre las partes. Hoy el problema es que los convenios obligan a los trabajadores, porque las empresas tienen mil formas de no aplicar el convenio: la vía del chantaje; los expedientes de regulación (ERE) y ahora, además, permite cláusulas generalizadas de descuelgue. Creo que habría que empezar por garantizar que se cumpla lo ya firmado e introducir elementos de equilibrio entre la parte débil y la parte fuerte, que no prevalezcan sólo esta última.

Con esta reforma, ¿los trabajadores lo van a tener muy difícil?

Mucho más difícil. Esto no ha hecho más que empezar, la patronal y los partidos que negociarán la ley hablan de ultractividad y de centralización de negociación colectiva. La patronal ha decidido hacer desaparecer los derechos de los trabajadores, y hay que frenar esa intención cuanto antes. J. BASTERRA