El Gobierno franc�s afronta un ataque de la oposici�n por los repetidos casos de corrupci�n, especialmente el que afecta al ministro de Trabajo, �ric Woerth, acusado de complicidad en un supuesto fraude fiscal de la heredera de L'Or�al, Liliane Bettencourt, la mujer m�s rica del Estado franc�s. Nicolas Sarkozy anunci� que se reducir�n los gastos del Estado.

Adem�s del caso de Woerth, el secretario de Estado de Cooperaci�n, Alain Joyandet, alquil� un jet privado por m�s de 100.000 euros para acudir a una conferencia a Martinica y el secretario de Estado para el Desarrollo de la Regi�n de Par�s, Christian Blanc, se gast� 12.000 euros de fondos p�blicos en comprar cigarros cubanos. Asimismo, ha habido casos de viviendas oficiales ocupadas por familiares.