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Petraeus admite que la guerra contra los talibán es «una misión difícil»

El nuevo comandante en jefe de las fuerzas ocupantes desplegadas en Afganistán bajo el mando de la OTAN, el general estadounidense David Petraeus, reconoció en su primera aparición pública en Kabul que la guerra contra la resistencia talibán «es una misión difícil», al tiempo que hizo un llamamiento a hacer un esfuerzo común para hacer frente a la insurgencia. Hoy tomará formalmente el mando de la ISAF.

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«Es una misión difícil, que no tiene nada de fácil, pero trabajando juntos podemos avanzar y lograr nuestro objetivo», afirmó el general estadounidense David Petraeus refiriéndose a la guerra que las tropas ocupantes en Afganistán, a las que dirigirá a partir de hoy, mantienen contra la resistencia talibán.

En su primera aparición en la capital afgana, Kabul, durante un acto en la Embajada de EEUU para conmemorar la independencia de su país, el general defendió que es esencial mostrar unidad para resolver los problemas del país y apeló a un esfuerzo común para hacer frente a la insurgencia, cuando la situación ha alcanzado un nivel de violencia sin precedentes, apuntó AFP.

Petraeus aterrizó en Kabul el viernes tras confirmarse su designación por el Senado y después de que la Cámara de Representantes de EEUU aprobara una partida de 33.000 millones de dólares para financiar un incremento de tropas que el comandante en jefe de las tropas ocupantes espera que cambie la actual tendencia de la guerra. Ese incremento elevará a 150.000 el número de soldados extranjeros en Afganistán. El general tomará hoy formalmente el mando de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF).

«Este es un proyecto en el que debemos hacer un esfuerzo común y perseguir el mismo propósito. Civiles y militares, afganos y extranjeros, somos parte de un equipo con una misión», declaró Petraeus. «En esta importante tarea, la cooperación no es opcional» sino imperativa, añadió el general.

Su llegada se produce en un momento muy duro para la OTAN, cuyas bajas están batiendo números récord. Sólo en junio murieron 102 soldados, un nivel comparable a los peores momentos de la guerra de Irak en 2007. Para los próximos meses, Petraeus advirtió de que la guerra en Afganistán podría empeorar antes de que se observen mejoras tangibles.

Petraeus prometió a los soldados revisar la exigencia impuesta por su predecesor, el general Stanley McChrystal, de limitar los apoyos aéreos a las tropas de tierra. Una medida con la que se pretendía reducir el número de víctimas civiles, pero los militares se han quejado de que ahora son más vulnerables.

Cambios rápidos

Los especialistas han instado a Petraeus a hacer cambios rápidamente si quiere cambiar la balanza de la guerra en favor de las tropas de ocupación. El parlamentario afgano Ahmad Behzad declaró a AFP que «debe cambiar la estrategia fundamental de la guerra contra los talibán. El cambio en el liderazgo de las fuerzas extranjeras sólo puede ser eficaz si se toman medidas más serias contra los terroristas».

Según el analista político Harun Amir, la reputación de McChrystal se resintió del fracaso de la OTAN en su ofensiva por el control del distrito de Marjah, un feudo talibán de Helmand, el pasado febrero.

La esperada ofensiva de gran envergadura contra los resistentes en Kandahar, ha sido pospuesta a setiembre, y según Harun Mir, «no se sabe si se llevará realmente a cabo». Los observadores consideran que el nuevo comandante de la OTAN es más indicado que su predecesor para gestionar los aspectos políticos.

La relación de Petraeus con el presidente afgano, Hamid Karzai, también será crucial. «McChrystal era demasiado cercano a Karzai y no podía criticarlo, ni siquiera cuando era necesario», considera Harun Mir. «Petraeus será más agresivo para convencer a Karzai de que avanzar solo no servirá de nada», dice.

«Ser capaz de trabajar con un socio afgano es fundamental en esta guerra», abunda el profesor de Derecho de la Universidad de Kabul Wadir Safi.

Londres no hubiera invadido Irak con la información actual

El ex ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, afirmó que su país intervino en la guerra de Irak amparado en una resolución de Naciones Unidas, pero que de haber sabido previamente que no existían «armas de destrucción masiva, el conflicto no hubiera tenido lugar» ni Londres hubiera permitido la entrada de sus tropas en el país árabe.

«Era una guerra en la que teníamos que haber peleado», indica Miliband -ahora candidato a liderar el Partido Laborista- en una entrevista publicada hoy por «The Sunday Telegraph». «La cifra de muertos británicos e iraquíes, por no mencionar el precio cobrado a nivel de confianza popular, ha sido muy, muy alto», asegura. «Si hubiéramos sabido entonces lo que sabemos ahora, la guerra no hubiera tenido lugar», dijo.

Sobre la intervención británica en Afganistán, donde Gran Bretaña aporta el segundo mayor número de tropas ocupantes tras EEUU, Miliband apuesta por terminarla con un «plan de paz integral», del que participen «no sólo los combatientes talibán» sino los «señores de la guerra tribales».

En la misma entrevista, Miliband rechaza categóricamente que las agencias de inteligencia británicas hayan aprobado prácticas de tortura contra sospechosos de« terrorismo», antes de que el Gobierno de David Cameron, emprenda su propia investigación al respecto. «No estaría aquí sentado si pensara que existe la más mínima sombra de duda de que el Gobierno laborista ha estado implicado en torturas», sostiene. E. PRESS

víctimas civiles

Las víctimas civiles causadas por la OTAN están provocando fricciones entre el Gobierno afgano y sus aliados internacionales. Ayer, dos personas murieron y una tercera resultó herida en una operación de las tropas extranjeras contra los talibán en el sur del país.

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