Miles de personas se manifestaron ayer en las principales ciudades de Pakistán para protestar contra el triple atentado suicida que el jueves mató a 44 personas en Lahore y para exigir al Gobierno una acción «más decidida contra el terrorismo y el extremismo». El primer ministro, Yusuf Raza Gilani, visitó ayer el lugar y prometió derrotar a los extremistas.

Las tiendas y oficinas fueron cerradas en muchas ciudades debido a la huelga convocada por una organización suní.

Alrededor de 6.000 personas se manifestaron en Lahore al grito de «Muerte a los talibán» y acusando a las autoridades de la provincia de Punjab, cuya capital es Lahore, de no mostrar suficiente firmeza contra ellos.

Las manifestaciones se repitieron también en Karachi, Rawalpindi y otras ciudades.

La televisión mostró a los manifestantes quemando ruedas y coreando consignas contra el «terrorismo», el extremismo y el Gobierno federal por no garantizar la seguridad en el país. «Continuaremos nuestras protestas hasta que el gobierno toma medidas para combatir las actividades terroristas», dijo Raghib Naeemi, portavoz de los musulmanes suníes que habían llamado a la huelga y a las manifestaciones.