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La presidencia de la UE pasó sin el secuestro que anunció Rubalcaba

El pasado 28 de diciembre el ministro de Interior sorprendió con el anuncio de que ETA preparaba un secuestro para obtener notoriedad durante la presidencia española de la UE. No era una inocentada. Aseguró que tenía «datos fidedignos» para lanzar la alerta. El semestre ha pasado y no ha habido ni secuestro ni ningún atentado. Alfredo Pérez Rubalcaba avisa ahora de que a ETA «le gusta el verano».

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I. I.

Igual que Jaime Mayor Oreja anuncia cada dos por tres negociaciones entre el Gobierno español y ETA, Alfredo Pérez Rubalcaba se dedica a pronosticar atentados. El actual ministro de Interior pidió el pasado jueves estar «especialmente atentos» porque «sabemos que a la banda el verano le gusta especialmente, porque le gusta mucho llamar la atención para que los telediarios de todo el mundo recojan sus atentados».

Según todos los indicios, a lo que habría que estar especialmente atentos es al gusto que Rubalcaba le ha cogido a alarmar a la ciudadanía por periodos; ahora es el verano y antes fue el semestre de presidencia española de la UE. Tanto en diciembre como ahora, los indicadores políticos hacen descartar un atentado de ETA. Sin embargo, el ministro de Interior parece empeñado en lo contrario.

El Día de los Inocentes, Alfredo Pérez Rubalcaba estaba en Erandio, acompañando a Rodolfo Ares, cuando anunció por sorpresa que ETA preparaba el secuestro de alguna persona con notoriedad social u otro «atentado espectacular». Según sus análisis, un secuestro sería compatible con el debate que se vivía en la izquierda abertzale, que ya había hecho pública la «Declaración de Altsasu» en defensa de «las vías pacíficas y democráticas».

Como había previsto probablemente Rubalcaba, su aviso se convirtió en gran noticia y los principales medios españoles la hicieron suya, llevándola a primera página. En ámbitos políticos el anuncio suscitó escepticismo y algunas críticas, que también le llovieron desde los sindicatos policiales. El ministro se puso en contacto con los portavoces parlamentarios, a los que les dijo que sus datos eran «muy sólidos y muy serios», y les pidió que extremaran «la precaución y la seguridad». A los sindicatos policiales les advirtió de que disponía de «datos fidedignos» y «certezas concretas», no sólo de «meros análisis de riesgos», para decir que ETA pretendía hacerse visible durante la presidencia europea. Según el ministro, a ETA «le ha gustado siempre estar presente en el panorama internacional».

Dos días después llegó Rodríguez Zapatero para explicar que «el anuncio [de Rubalcaba] forma parte de la política antiterrorista; forma parte de una estrategia que lógicamente no se explica públicamente».

Será casualidad, pero el aviso de Rubalcaba de diciembre llegó a las dos semanas de que Jesús Eguiguren dijera por primera vez que veía sincera la apuesta de la izquierda abertzale. Esta nueva alarma llega a las dos semanas de que se hiciera público el polémico documento del presidente del PSE.

Si no hay bombas, se inventan o se enreda con falsos avisos

El 23 de junio se recibió en GARA un aviso de colocación de bombas en Valencia de un interlocutor anónimo que no dijo hablar en nombre de ETA. Como se hace siempre, por un elemental sentido de la prudencia, se comunicó el hecho a la Ertzaintza. Pero no se informó de ello en la página web; por cierto, lo mismo ocurrió el 25 por la tarde.

Sin embargo, alguien avisó de la llamada del miércoles a otros medios, que pronto levantaron otra alarma innecesaria en sus ediciones digitales. Y a pesar de que no había bomba alguna, las páginas web del Grupo Noticias y el informativo del mediodía de ETB2 llegaron a decir que una de ellas había explotado. Al día siguiente, desde el Grupo Noticias se quiso alargar la no noticia escribiendo que el aviso «cayó como un jarro de agua fría entre los que han apostado por integrar el polo soberanista».

Después, el domingo, en una entrevista en el mismo grupo de periódicos, el presidente del ABB, Andoni Ortuzar, aseguraba que en el aviso de bombas de Valencia había pasado «algo raro» porque «el anuncio sí respondía a los patrones de la ortodoxia de ETA». Resulta llamativa la contundencia de las palabras de Ortuzar cuando quien hizo la llamada anónima no dijo siquiera hablar en nombre de ETA.

Pero da la impresión de que hay quienes están deseando de que pase algo. Hace dos semanas también surgió el rumor de que se habían recibido anuncios de bomba en GARA, hasta el punto de que otros medios llamaron a nuestra redacción, donde no había constancia de ningún aviso de ese tipo. I.I.

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