La explosión de una bomba, cuya colocación las autoridades turcas atribuyen al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ha provocado importantes daños en el oleoducto Ceyhan y el suministro de crudo procedente de Irak se ha visto interrumpido. El atentado fue cometido la noche del sábado en las inmediaciones de Midyat, en la provincia de Mardin (Kurdistán Norte), cerca de la frontera con Siria.

El PKK anunció en junio el fin del alto el fuego en vigor durante 14 meses y varias veces ha señalado como objetivo este oleoducto, que transporta la cuarta parte del crudo que exporta Irak.

Empleados de la petrolera estatal turca, BOATS, trabajan ya en la reparación de daños, aunque no hay fecha prevista para la reanudación del tráfico.