GARA > Idatzia > Iritzia> De reojo

Lámparas

Un artesano al frente de un taller especializado en la reparación de lámparas de esas que adornan más que alumbrar palacios, teatros, salones de baile de hoteles señoriales asegura frente a la cámara que no tiene ordenador porque el vive y trabaja con artilugios del siglo XIX. Este hombre que recibe a los miembros de un programa de contenidos culturales que emite la cadena Nova, es protagonista de un reportaje dedicado a recordarnos que esas lámparas forman parte de un patrimonio artístico importante, aunque la mayoría de ellas están colgadas de los techos de habitaciones y salones en edificios particulares. Queda bastante claro que la conservación de estas auténticas joyas de cobre y cristal requiere, en primera instancia, mucho personal para su limpieza y que si se estropean por cualquier motivo, no debe ser nada fácil encontrar alguien que sepa desmontarlas, sustituir los cables, buscar los lagrimones defectuosos y volverlas a montar para dejarlas igual o mejoradas.

Este tipo de mobiliario forma parte de un legado histórico que puede parecer anacrónico, dado que en estos tiempos todo se soluciona con una llave multifunciones, en un móntatela tú mismo, y el propio concepto de iluminación de los habitáculos, y de la decoración de los espacios comunes, se ha vuelto algo funcional, práctico, muy uniforme, casual, y la simplicidad se ha convertido en un objetivo que impera sobre otras ideas que pudieran amueblar una estancia con otro fin que no fuera dejar el espacio para el sofá y el electrodoméstico esencial.

El artesano sin ordenador nos coloca ante una disfunción entre el tiempo presente y la actividad que tiene reminiscencias del pasado. Nos parece más una postura estética, que un dogma. El ordenador forma parte de todo paisaje laboral, marino, menestral o personal. Los arqueólogos, que trabajan con materiales de mucha mayor antigüedad, utilizan el ordenador para aliviarse en tareas de archivo e investigación. Las lámparas, no siempre dan luz. Ni luz ni material de inspiración para escribir sobre ellas cuando no se quiere escribir de lo que se debe escribir en días de resaca mundialista con orgullo europeísta.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo