Kaczynski felicita a Komorowski al cierre de los colegios electorales
El liberal Bronislaw Komorowski será el nuevo presidente de Polonia para los próximos cinco años, según los primeros sondeos difundidos ayer al cierre de los colegios electorales, que le otorgaban más del 50% de los votos en la segunda vuelta de los comicios presidenciales. Su rival, el ultraconservador Jaroslaw Kaczynski no tardó en felicitar al vencedor, aunque sus seguidores confiaban en que el avance del escrutinio supusiera un vuelco en el resultado.
GARA
El candidato del gobernante Partido Liberal de Polonia, Bronislaw Komorowski, habría ganado ayer en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras una reñida batalla con el ultraconservador Jaroslaw Kaczynski, gemelo del presidente fallecido, según dos sondeos a pie de urna. No hizo falta más para que Kaczynski, el euroescéptico candidato del opositor Ley y Justicia a quien una encuesta situaba el viernes en cabeza de las preferencias de los polacos, felicitara a su contrincante menos de una hora después del cierre de los colegios electorales.
La cadena de televisión TVP otorgó a Komorowski el 53,1% de los votos, frente al 46,9% concedido a Kaczynski. Por su parte, la cadena privada TVN24 indicó que el liberal habría obtenido el 51,09% de los sufragios, frente al 48,91% que habría logrado su rival conservador.
«Hoy ha ganado la democracia polaca. Es la principal ganadora», señaló Komorowski tras conocer los primeros sondeos, en referencia a la participación registrada, que superó el 56%, rebasando así la registrada en la primera vuelta electoral del pasado 20 de junio.
«Tengo que empezar haciendo lo que dicta la buena educación, que es felicitar al ganador. Felicito a Bronislaw Komorowski», dijo, por su parte, Jaroslaw Kaczynski.
Mientras, Komorowski hacía un llamamiento a la unidad. «Las divisiones son parte inseparable de la democracia. Pero yo siento que estas diferencias, estas divisiones, el dolor de la división es demasiado grande», por eso apeló a no fomentar las divisiones sino construir un sentimiento de unidad.
«Hay un gran trabajo que hacer para que estas divisiones no nos impidan cooperar, no pongan trabas a la construcción de un acuerdo nacional», agregó.
El virtual vencedor, a la espera de que se confirmen esos resultados, se mostró, no obstante, muy prudente en su primera intervención ante sus seguidores. Tampoco quienes apoyaban a Kaczynski querían dar esos resultados por definitivos y confiaban en que el escrutinio diera la vuelta a los datos aportados por las encuesta a pie de urna.
Las elecciones presidenciales fueron convocadas de forma anticipada tras la inesperada muerte del presidente Lech Kaczynski, su esposa y 94 personas, entre ellas muchos altos cargos políticos y militares, el 10 de abril en un accidente de avión en la ciudad rusa de Smolensk que dejó al país traumatizado.
Las últimas encuestas antes de la cita electoral de ayer habían augurado lucha cerrada y los analistas coincidían en que la abstención -Polonia se encuentra en período vacacional- iba a desempeñar un papel clave e iba a favorecer Kaczynski, cuyos votantes son más disciplinados, pero «a pesar de las vacaciones, los votantes de ambos candidatos se han movilizado», indicó a AFP Eryk Mistewicz, especialista en marketing político.
El liberal Bronislaw Komorowski (Oborniki Slaskie, 1952), definido como moderado y conciliador, tiene la personalidad idónea para la jefatura del Estado y para asegurar una colaboración con el Ejecutivo sin vetos ni sobresaltos.
El actual presidente del Parlamento y jefe de Estado en funciones tras la muerte de Lech Kaczynski procede de una familia aristócrata polaca y es un político que para muchos carece de carisma y representa una forma de hacer política más aburrida pero estable y responsable.
En las últimas semanas su propuesta ha sido la de una Polonia tradicional, pero no radical, de consenso, de respeto a la oposición, libre de polémicas y plenamente involucrada en la Unión Europea.
«Sabe negociar, es conciliador, puede que sea gris, pero es muy inteligente y cada vez más activo», señaló a Efe Agnieszka Lada, analista del Instituto de Asuntos Públicos.
Estas cualidades han sido las armas de este licenciado en Historia para ascender poco a poco en la política polaca, afianzando cada paso con paciencia y sirviéndose en ocasiones del carisma de otros.
Durante la época comunista, militó en el sindicato Solidaridad, una militancia que le llevó a la cárcel.
Poco a poco abandonó su radicalismo anticomunista de juventud -que entonces le llevó a oponerse a las negociaciones entre Solidaridad y el Gobierno comunista- para ofrecer una imagen de hombre comprometido.
Tras la caída del régimen comunista comenzó su carrera política, primero como diputado, luego como ministro de Defensa del Gobierno de Jerzy Buzek. Luego fue vicepresidente y presidente del Parlamento. GARA