El campo del presidente franc�s, Nicolas Sarkozy, salpicado directamente por el esc�ndalo pol�tico-fiscal Bettencourt en el que est� involucrado su ministro de Trabajo, Eric Woerth, contraatac� ayer acusando a la izquierda de hacerle el juego a la extrema derecha y a la prensa de utilizar �m�todos fascistas�.

Presionado para que ofrezca explicaciones, Sarkozy podr�a hablar el pr�ximo 13 sobre este esc�ndalo que debilita cada d�a un poco m�s a su Gobierno y se ha convertido en un explosivo asunto de Estado despu�s de las denuncias de una posible financiaci�n pol�tica ilegal.

Martine Aubry, l�der del PS, y el centrista Fran�ois Bayrou reclamaron la verdad a Sarkozy.

Para algunos medios galos, como el diario �Sud-Ouest�, �a partir de ahora es s�lo el futuro del quinquenio (mandato de cinco a�os) y el destino de Nicolas Sarkozy� lo que est� en juego, aunque, enfrentado a una sucesi�n de esc�ndalos, �ste ya sacrific� el domingo a dos ministros de segunda fila, sospechosos de un uso abusivo de bienes p�blicos.

Seg�n la ex contable de la multimillonaria Liliane Bettencourt, Woerth habr�a recibido 150.000 euros en marzo de 2007 para financiar la campa�a de Sarkozy y �ste tambi�n habr�a recibido �sobres�. Estas acusaciones podr�an dar lugar a la apertura de una investigaci�n judicial.

El ministro de Inmigraci�n Eric Besson, acus� al PS de hacer el juego a la extrema derecha �excitado por el olor de la sangre� y Woerth, de orquestar �una conspiraci�n pol�tica�.

Dirigentes de la UMP acusaron a los medios que han revelado la posible evasi�n de impuestos de Bettencourt y su relaci�n con el ministro Woerth de �utilizar m�todos fascistas totalmente ilegales�.