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Quince años después de la masacre, Srebrenica sigue enterrando a sus víctimas

Los bosnios musulmanes volvieron a reunirse ayer para conmemorar el decimoquinto aniversario del genocidio de Srebrenica, donde 8.000 personas fueron muertas a manos del Ejército liderado por el general serbobosnio Ratko Mladic, aún prófugo de los tribunales internacionales. Tras las ceremonias civil y religiosas se dio sepultura a 775 víctimas identificadas, en lo que fue el mayor entierro colectivo desde la masacre. Los supervivientes siguen exigiendo justicia.

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Ruben PASCUAL

Decenas de miles de bosnios musulmanes se dieron cita ayer para conmemorar el decimoquinto aniversario de la masacre de Srebrenica, al este de la antigua república yugoslava, donde unos 8.000 musulmanes de Bosnia murieron a manos de las fuerzas serbobosnias, en la mayor matanza en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Las ceremonias civiles y religiosas tuvieron lugar durante la mañana de ayer, en el Centro Memorial de Potocari, situado en las inmediaciones de Srebrenica. Ya por la tarde, los restos mortales de 775 víctimas identificadas del genocidio recibieron sepultura en el mayor entierro colectivo llevado a cabo desde la trágica masacre. Se calcula que unas 50.000 personas asistieron al acto de Potocari, según informaciones de los medios locales citados por Efe.

Hasta la fecha, y según France Presse, casi 6.500 de las 8.000 víctimas han sido identificadas mediante pruebas de ADN, de las cuales 4.524 ya están enterradas en Potocari, memorial que fue inaugurado en 2003.

Aquel fatídico 11 de julio de 1995, un Ejército liderado por el general serbobosnio Ratko Mladic tomó la localidad de Srebrenica y, durante una semana, perpetró una indiscriminada matanza, mientras las tropas de la ONU -cuya supuesta labor era proteger la ciudad- miraban hacia otro lado.

La masacre fue calificada de genocidio por las instituciones judiciales internacionales.

Justicia

«No tengo nada más que perder», lamentaba Hatidza Mehmedovic, de 58 años, entre lágrimas. Ayer acudió a Potocari para enterrar a su marido y sus dos hijos, muertos cuando apenas contaban con 18 y 21 años.

«No podía creer que alguien hubiera sido capaz de cometer tal crimen», apuntó a los periodistas, y después con un punto de resignación, puntualizó que «ahora sólo puedo luchar por que se haga justicia».

Quince años después, el ex líder militar serbobosnio y uno de los principales acusados de genocidio por lo sucedido en Srebrenica por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Ratko Mladic, todavía sigue huido. A él se refirieron algunos de mandatarios durante la jornada de ayer.

Entre otros, asistieron el líder bosnio Haris Silajdzic; el alto representante de la comunidad internacional en Bosnia, Valentin Inzco; el secretario general del consejo de Europa, Torbjorn Jagland; e Yves Leterme, primer ministro de Bélgica, país que actualmente ostenta la presidencia rotatoria de la UE.

También estuvieron en Potocari el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner; el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan; el presidente serbio, Boris Tadic; altos cargos de otros países vecinos, y el embajador estadounidense en Bosnia, Charles Engclish, quien transmitió un mensaje del presidente de EEUU, Barack Obama.

«El horror de Srebrenica es una mancha en la conciencia colectiva del mundo. Nuestra obligación es recordar lo ocurrido e impedir que sucedan crímenes en el futuro», indicaba el comunicado de Obama.

«No puede haber paz duradera sin justicia», sin «el enjuiciamiento y condena de quienes perpetraron el genocidio», dijo. Esto -matizó- «incluye a Ratko Mladic, quien supervisó el asesinato y permanece libre».

El primer ministro británico, David Cameron, también a través de un comunicado, aseguró que los responsables de la masacre «serán perseguidos sin descanso hasta que comparezcan ante los tribunales».

Mladic y Serbia

Existen rumores de que Serbia conoce el paradero del genocida Mladic, pero que se niega a entregarlo a la justicia.

La presencia del presidente serbio, Boris Tadic, fue motivo de irritación para muchos supervivientes de la matanza.

«Su asistencia no quiere decir nada para mí (...) debería darle vergüenza venir a Potocari en la medida en que no ha detenido a los más buscados criminales de guerra, Ratko Mladic y Goran Hadzic», dijo uno de ellos.

Durante años Belgrado negó la magnitud de las matanzas, pero en marzo pasado, luego de una iniciativa de Tadic, el Parlamento serbio hizo formalmente una declaración en que condenó la masacre y pidió perdón a las familias de las víctimas.

«Como presidente de Serbia, no voy a abandonar la búsqueda de los culpables, y con esto me refiero principalmente a Ratko Mladic», manifestó Tadic tras hacer una ofrenda floral.

Dentro de la propia Bosnia, dividida emocional y políticamente en dos mitades serbia y croata musulmana, la masacre sigue pesando mucho. Sus musulmanes están llenos de resentimiento por el hecho de que el mundo se quedara de brazos cruzados ante la matanza.

RADOVAN KARADZIC

En un gesto de desafío, Radovan Karadzic, líder político serbobosnio durante la guerra (1992-1995), juzgado por genocidio por el TPIY, fue condecorado el sábado por su partido en vísperas de la conmemoración.

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