Los arquitectos, ingenieros, profesionales sanitarios y administradores de empresas deberán ser conscientes de la seguridad y la salud en el trabajo e incorporar la gestión del riesgo en su vida laboral cotidiana si quieren mantenerse seguros en su lugar de trabajo, según explica la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo en un informe sobre la necesidad de incorporar la prevención en la enseñanza universitaria.

La Agencia Europea propone acciones imaginativas para obtener una respuesta directa. Como señala Jukka Takala, director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el nuevo informe es el último de una iniciativa para apoyar la integración de la seguridad y la salud en el trabajo en todos los niveles de la educación. «La educación es clave para desarrollar una cultura de prevención de riesgos», afirma. «No se trata sólo de enseñar a los niños y jóvenes a vivir y trabajar seguro. Para que ese concepto se integre en la gestión y las operaciones de las empresas, todos los futuros gestores y profesionales deben contar con una formación de los riesgos inherentes a su función y responsabilidades», indica Takala.

Lograr ese camino abre nuevos retos específicos. «A menudo existe una falta de personal docente especializado en materia de seguridad y salud en el trabajo y en la disposición de material didáctico adaptado a la enseñanza universitaria», indica la Agencia Europea.

También puede ocurrir que, al contrario que los colegios, las universidades no dispongan de fondos para el desarrollo de la enseñanza, o que en los cursos universitarios prevalezcan los métodos de enseñanza teóricos sobre los prácticos. No obstante, el trabajo desarrollado muestra que en Europa existen ejemplos de la incorporación con éxito de la seguridad y la salud en el trabajo. Destacan algunos factores como «trabajar en colaboración con individuos y organizaciones receptivas».

En Alemania, algunas universidades trabajan juntas para hacer un fondo común de recursos en esta materia, lo que mejora los procesos de aprendizaje y enseñanza.

El informe pide integrar la enseñanza de prevención de la salud en los cursos, «en lugar de considerarla una materia complementaria». Ya ocurre en la universidad británica de Liverpool, «donde se han incluido módulos de salud y seguridad en el trabajo en el programa de estudios de ingeniería».

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo reclama también una implicación de los estudiantes en la gestión de la salud y la seguridad en su entorno de aprendizaje. Detalla otro ejemplo del instituto de tecnología de Dublín, en el que los sindicatos de estudiantes contribuyen a que la universidad cumpla con sus obligaciones en esta materia.

En el informe aparecen bastantes casos de éxito para que las diferentes universidades europeas puedan comprobar que la necesidad de concienciarse en la prevención de riesgos laborales debe realizarse también durante el proceso de la enseñaza. Desde los niveles primarios hasta la universidad.

Por último, el trabajo amplio recomienda el desarrollo de un «enfoque común en todas las universidades que combine la enseñanza de la seguridad y la salud y de los riesgos con los medidas prácticas adoptadas por las universidades para ofrecer un entorno sano y seguro a sus empleados y estudiantes».