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Trabajo, constancia y superación, las tres claves del éxito

Con un palmarés de premios impresionante, Iñaki Castañeda, actual campeón europeo de paratriatlón, se prepara para sus próximos retos, que llevarán al bilbaino a la prueba que se celebrará en Donibane Lohizune en setiembre y al sueño de competir en el Ironman de Hawai.

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Nerea CABRERA

Nacido en Bilbo hace 57 años, Iñaki Castañeda siempre ha sido un gran aficionado al atletismo y el ciclismo. Antes de sufrir el accidente que en 1993 le hizo replantearse su vida desde una silla de ruedas, pertenecía al Club Deportivo Santutxu de atletismo, con el que participó en varios maratones. Además, Castañeda fue un gran escalador sobre la bici, habiendo ascendido al mítico puerto de Tourmalet en varias ocasiones.

Después del accidente, el deportista del A.D. Fekoor decidió seguir practicando los deportes que tanto le gustan, e hizo de ello un trabajo de constancia y dedicación que al cabo de algunos años dieron sus frutos. El pasado 26 de junio, Iñaki ganó el paratriatlón europeo de largas distancias que se celebró en Gasteiz, sumando un triunfo más a su palmarés. Asimismo, él fue el primer vasco que terminó una prueba de Ironman sobre una silla adaptada.

Con una increible trayectoria avalada por 93 primeros puestos, Castañeda no deja de soñar, y quiere sumar a su magnífica carrera deportiva el triatlón de Donibane Lohizune, que se celebrará el próximo mes de setiembre. Pero su auténtico sueño deportivo se encuentra al otro lado del Atlántico, en Hawai, donde en 2011 le gustaría participar en su prestigiosa Ironman. No sería la primera prueba de este tipo que disputa Castañeda, ya lo hizo el año pasado en el Ironman celebrado en Austria, y en el que consiguió subir al podio.

Con un entrenamiento diario, que varía entre natación, bicicleta y atletismo con silla adaptada, Iñaki asegura que estas pruebas además de ser duras fisicamente también lo son mentalmente. «Estas pruebas tan largas, si de cabeza no te lo crees, no te salen. Tienes que estar convencido de que eres capaz de hacerlo». En lo que se refiere al triatlon de Donibane Lohizune, comenta que sería un reto bastante duro. «He visto que el segmento de ciclismo es duro. Además los caminos para correr, para gente como nosotros, que vamos en silla, suelen ser complicados, porque son estrechos», aunque afirma que le gustaría hacerlo bien.

En cuanto al sueño de poder viajar a Hawai, manifestó que tenía muchas ganas «pero se me esta pasando el arroz, e igualmente necesito conseguir un patrocinador claro, que me diga para finales de este año que va a financiarme y así empezar a prepararme para el Ironman de ese año». La cosa no es tan sencilla, además de un patrocinador, Castañeda tiene que conseguir en Amberes una de las dos únicas plazas que se ofertan para poder participar en la modalidad de paratriatlón. «El año pasado ya participé en el Ironman de Austria y pensaba que una vez hecho ese, no me presentaría más. Pero bueno, me salió bien, me quedó el gusto de que lo podía hacer mejor, y entonces me planteé lo de viajar a Hawai».

La behobia, un grato recuerdo

En lo relacionado a los premios conseguidos, Iñaki Castañeda declara sentir un cariño especial por un tercer puesto que consiguió en la Behobia del año 2000. «Es una carrera que me encanta. Para mis características iba muy bien, porque es subir y a mi subir se me da muy bien. Me llevé una alegría enorme». También asegura tener predilección por las medallas conseguidas en los campeonatos, pero recuerda con satisfacción una conseguida en esquí alpino: «Aprendí esquí como discapacitado, y fue una medalla inesperada, un bronce en la combinada». Desde luego, una larga lista de premios por los que sentirse orgulloso.

Aunque la gente lo señale como una referencia del deporte adaptado, el bilbaino dice no sentirlo así. «Al no ir a unas olimpiadas parece como que te faltase algo. Porque para las personas con discapacidad, es una competición importante. Pero en mi caso, la discapacidad me ha pillado muy mayor, y yo he seguido como discapacitado haciendo lo que me gustaba. Me centré en unos deportes muy duros y la edad corría en mi contra y entonces no pude ir a ninguna. Esa es una cosa que siempre te queda».

A pesar de ello, Iñaki no pierde la esperanza, y dice estar entrenando como siempre lo ha hecho, para conseguir todos los retos que se ha propuesto. Seguirá practicando esos deportes que tanto le gustan y los que tantos momentos de alegría y satisfacción le han dado, teniendo muy en mente el poder participar en el Ironman de Hawai. Vería asícumplido ese sueño, y comprobaría una vez más que gracias al trabajo y la perseverancia se puede llegar muy lejos.

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