El Gobierno socialdemócrata de Japón perdió en las elecciones senatoriales de ayer la mayoría que tenía en la Cámara baja, privando al primer ministro, Naoto Kan, de la estabilidad política que reclamaba para sanear la economía del país.

Esta derrota no impedirá al Partido Demócrata de Japón (PDJ), de Kan, mantenerse en el poder, gracias a la victoria aplastante en las legislativas de 2009. Sin embargo, complicará la tarea del primer ministro, nombrado hace un mes, obligándolo a buscar alianzas para llevar adelante sus reformas presupuestarias y fiscales.

De acuerdo con un sondeo realizado a pie de urna por la televisión pública NHK, el PDJ obtenía entre 44 y 51 escaños, sobre los 121 que deben ser renovados.

Para conservar la mayoría, la coalición formada por el PDJ y el Nuevo Partido del Pueblo (NPP), un pequeño partido nacionalista, tenía que hacerse con al menos 56 escaños, 54 de los cuales debía ir a para al PDJ.

El secretario general adjunto del PDJ, Goshi Hosono, reconoció que los sondeos eran «difíciles». «Kan tuvo palabras audaces sobre las finanzas del Estado. Lamentablemente, los electores no lo han apreciado», dijo a los periodistas.

El Partido Liberal Demócrata (PLD), principal fuerza de oposición, sería el gran vencedor, al conseguir entre 46 y 52 escaños, o sea, mucho más que los 38 que tenía. Este partido conservador gobernó Japón durante más de medio siglo, antes de ser derrocado por los demócratas.

«Vuestro partido», un joven partido político creado en 2009 por disidentes del PLD, también consiguió un buen resultado, de 8 a 11 escaños, con lo cual podría convertirse en árbitro en el Senado.