ANÁLISIS | SELECCIÓN GANADORA DEL MUNDIAL
Continuidad para un modelo exitoso que ha tocado su techo
Pese a su titubeante inicio, el equipo de Del Bosque ha sabido gestionar los malos momentos e imponerse en un Mundial carente de brillantez. Basados en el estilo de juego impuesto por Luis Aragonés, los hispanos no han sacado su mejor versión hasta el final.
Beñat ZARRABEITIA
Al igual que hicieran sus homólogos del basket hace 10 meses, la selección española de fútbol ha sabido sobreponerse a la derrota inicial y acabar imponiéndose en el campeonato. Primer Mundial de su historia Un hito sin precedentes, superando ampliamente el eco que cosechó el triunfo de los hispanos en la pasada Eurocopa.
Vicente del Bosque ha sabido dar continuidad al bloque principal y al estilo instaurado por Luis Aragonés de cara a la cita de hace dos años en Austria y Suiza. El ex técnico de Real Madrid y Besiktas ha mantenido gran parte de las jerarquías heredadas y, además, ha dado paso los jugadores que tocaban la puerta del combinado español gracias a su rendimiento en los clubes.
La derrota inicial supuso un serio contratiempo y alimentó los nervios en torno a la Roja. Fue entonces cuando salieron a relucir auténticas banalidades como la relación sentimental entre Casillas y la periodista Sara Carbonero o la supuesta rémora que suponía Sergio Busquets -uno de los tres futbolistas más destacados de los campeones en el torneo- para el juego de toque de los hispanos.
Ante Honduras, España cumplió el tramite pero dejó dudas. Villa debió ser expulsado por agredir a un jugador catracho y todo quedaba a expensas del tercer choque ante Chile. Bielsa planteó un partido perfecto en la pizarra y sus muchachos salieron a cumplirlo. Sin embargo, las múltiples tarjetas que les señaló el colegiado y el error de Bravo en una salida allanaron el camino de los españoles.
Primera plaza de grupo y evitaban el cruce con Brasil. En octavos, Portugal dejó a la vista todas sus carencias y un tanto de Villa en fuera de juego metió a los españoles en la siguiente ronda. Los lusos únicamente contaban con un plan, darle el balón a Ronaldo. Estrategia fallida desde el inicio y que motivó el enfado de varios jugadores portugueses.
El nivel ofrecido por los españoles, en líneas generales, estaba siendo mediocre. En cuartos, Paraguay presentó un partido muy similar a lo que intentó Chile. Los guaraníes cuentan con mayor calidad que los andinos y eso se notó. No obstante, el seleccionador Martino prescindió de Lucas Barrios, su atacante más en forma, y los rojiblancos lo notaron sobremanera. Fue un partido parejo y la clave estuvo en el penalti fallado por Cardozo. Iniesta abrió la lata finalmente y Casillas salvó la última opción de los paraguayos ante un desafortunado Roque Santa Cruz.
España estaba en semis sin ningún brillo. Su rival era una Alemania que venía de golear a Argentina e Inglaterra amén de practicar el mejor fútbol del campeonato. La cita sirvió para que los españoles sacasen su mejor versión y lograsen el billete para la final.
Del Bosque dio la sorpresa introduciendo a Pedro en detrimento de Torres y su equipo lo notó. Se movió bien entre líneas y generó desajustes. Algo que unido al miedo con el que Löw planteó el choque y la ausencia de Müller dieron paso al dominio español. El partido también estuvo marcado por el claro penalti y expulsión de Ramos que se comió el árbitro. En la segunda mitad, un testarazo de Puyol les dio la victoria. En la final, victoria frente Holanda y primera estrella mundialista para la elástica hispana.
Un éxito cimentado, sobre todo, en la calidad de los hombres del centro del campo. No hay futbolistas como Xavi, Iniesta, Busquets o Alonso. Dueños de la pelota y perfectos marcando los ritmos de partido. La inspiración de Villa y Casillas también ha sido determinante cuando su escuadra más lo ha necesitado. Otros como Busquets, Ramos o Puyol también han sobresalido. El bloque se ha completado con la solidez de Piqué, Capdevila o Pedro.