El actual presidente en funciones de la Mancomunidad de San Marcos, Imanol Azpiroz, estima que la reciente sustitución del representante del Ayuntamiento de Lasarte-Oria y hasta ahora presidente de la Mancomunidad, Ricardo Ortega, y el anuncio del relevo del concejal de la izquierda abertzale de Urnieta en la misma entidad, se deben al «nerviosismo» de PSE, PNV y H1 por los resultados obtenidos con el sistema de recogida selectiva de los residuos. «Mientras nos limitábamos al municipio usurbildarra no parece que les preocupase, pero no pensaban que llegaríamos tan lejos. Se han asustado porque hemos demostrado que es posible implantar ese modo de gestión de las basuras en cualquier localidad», explicó.

Azpiroz manifestó que, desde que se configuró el órgano director de la Mancomunidad eran conscientes de la dificultad para mantenerse en mayoría, lo que no les impidió hacer una «apuesta estratégica». Consideró que, en estos tres años de gestión, «se ha avanzado muchísimo». Citó como ejemplos de ello que han desbloqueado el tema estancado durante años o que han cerrado el vertedero de San Marcos.

Cambio cualitativo

Pero lo más importante para el concejal es el «cambio cualitativo» habido: «Estábamos convencidos de que la recogida selectiva era el único sistema eficaz y pasamos de la teoría a la práctica, a pesar de la oposición de la mayoría institucional de Gipuzkoa. Enseguida obtuvimos los mejores resultados del territorio en materia reciclada».

Además, estima que se ha dado un aumento evidente en la concienciación social, ya que se ha logrado «poner en primer plano un sistema considerado como marginal» lo que, según Azpiroz, demuestra la necesidad de extenderlo.

El presidente de la mayor mancomunidad guipuzcoana es consciente de que las nuevas nominaciones cambiarán la mayoría del órgano pero recuerda que la gestión de los residuos sigue siendo una competencia municipal, cuando menos en el caso de San Marcos, por lo que no pueden obligar a los municipios a adoptar el sistema que no deseen.

Intereses económicos

Azpiroz explica la «obstinación» de los partidos en la implantación de la incineradora -«aunque ya se ha demostrado que no es necesaria»- por la perspectiva de obtener «enormes beneficios económicos»: «El PNV y PSE tienen un acuerdo y actúan como marionetas a favor de determinadas empresas. De hecho, ya circulan listas de posibles sociedades adjudicatarias cercanas a esos partidos».

«Con este proceder, -añade- están demostrando su disposición a anteponer la salud pública a ciertos intereses».

Azpiroz se lamenta de que los representantes de dichos partidos no tengan una actitud más constructiva: «Si pusieran, como es el caso en Italia, buena voluntad y accedieran a trabajar conjuntamente, en dos años sería posible extender el sistema a toda Gipuzkoa y reciclaríamos más del 70% de los residuos».