El número dos de Hizbulah, Naïm Qassem, dijo en una entrevista publicada ayer que el Partido de Dios cuenta con una lista precisa de objetivos israelíes contra los que atacarían en caso de una nueva guerra entre ambas partes.

«Ahora tenemos un banco [de datos] de objetivos israelíes importante y precisa. Cada acción de Israel tendrá su coste», aseguró Qassem al diario libanés «An Nahar», de gran tirada.

Agregó que «Hizbulah ha aumentado su capacidad para enfrentar cualquier reto y podemos decir que esta habilidad es mejor que la desarrollada por Israel durante estos cuatro años».

No obstante, el miembro de Hizbulah aclaró que «no significa que la guerra esté cerca».

En otra entrevista concedida al rotativo «Al-Bina», cercano al Partido Social Nacionalista de Siria (PSNS), Qassem declaró que «los preparativos de Hizbilah toman en cuenta todos escenarios posibles, tanto por vía marítima, aérea como terrestre, y en todo el territorio libanés».

Cuarto aniversario

En verano de 2006, tras el secuestro por parte de Hizbulah de dos soldados israelíes en la frontera, se desató un conflicto de 34 días entre las fuerzas sionistas y el partido chií, que se saldó con la muerte de más de 1.200 libaneses, en su mayoría civiles, y 160 israelíes, principalmente soldados.

En aquella contienda, Israel no consiguió acabar con la capacidad militar de Hizbulah ni impedir el lanzamiento de misiles contra su territorio y tuvo que retirarse.

El último repunte de la tensión entre ambas partes se ha dado después de que Tel Aviv acusara a Siria de proporcionar misiles Scud a Hizbulah.

El pasado 8 de julio, Israel afirmó que Hizbulah tiene 40.000 misiles almacenados desde 2006 en poblaciones sureñas. Preguntado sobre esta cuestión, Qassem dijo que los citados datos «no se basan en informaciones precisas».

En referencia a los recientes incidentes entre los habitantes del sur y miembros de la Fuerza de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) destacadas en la zona, apuntó que se debieron a «errores» de los soldados internacionales.

«Es normal que la gente proteste de forma pacífica cuando ven que tal número de fuerzas entran a sus pueblos como si estuvieran en guerra», indicó.