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Luis Mª Jimenez de Aberasturi Historiador

«Cunetero»

¿Recuerdan Uds., «articulistas liberales», al comandante en jefe de la Guardia Civil de Navarra, asesinado por sus propios compañeros por negarse a sublevarse?

Hace unos días, estaba conversando con un amigo, cuando pasó a nuestra altura una persona, evidentemente importante, que iba con escolta.

Mi interlocutor me comenta

-¿Sabes quién es?

-Creo que sí, es (X), político guipuzcoano que en este momento está destinado en el Parlamento Europeo- respondí.

-Lo que posiblemente no conoces es que a su padre se le conocía como el «cunetero».

-¿Pero por qué eso?- respondí

-Porque formó parte de los que, desde setiembre de 1936, se dedicaron a fusilar en las cunetas a republicanos que sacaban de las cárceles o domicilios. Su campo de acción, Gipuzkoa.

Inmediatamente me acordé de que hace unos días se había presentado un trabajo en vidéo en el que personalidades comprometidas con el ejercicio de la libertad representaban con su voz el final de las vidas -a manos de «cuneteros» fascistas y franquistas- de algunos republicanos

Casualmente, y coincidiendo casi en fechas, en el diario «El País» se publicaron dos largos artículos de autores que se confesaban republicanos (escritores que se pueden clasificar como sepulcros blanqueados), dedicados a exponer los «horrendos crímenes» protagonizados por algunos republicanos.

Estos «liberales» siguen sin reconocer que los excesos republicanos ya fueron recriminados... por miembros destacados del Gobierno de la República.

Pero lo que resulta curiosamente sospechoso es que su especialización consiste en citar siempre los crímenes de los «sublevados», sacando a colación los de la República, como si no lo hubiesen hecho por activa y por pasiva los «franquistas». Lo que intentan es justificar los crímenes de unos con los de otros.

Y, sobre todo, borrar cualquier intento de que salgan a la luz los asesinatos franquistas.

En el País Vasco tenemos dos ejemplos importantes sobre el comportamiento de las autoridades republicanas.

Recordemos los fusilamientos de presos de la cárcel de Ondarreta, reprobados por la Junta de Defensa de Gipuzkoa, que incluso llegó a plantear la dimisión de todos sus miembros.

También los de la cárcel de Larrinaga, condenados públicamente por el Gobierno Vasco, que juzgó sumariamente a los comandantes responsables de los batallones que participaron o no impidieron los hechos.

Es lo mismo. No quieren entender, porque tampoco les interesa admitir que sin el «golpe de estado» no se hubiese producido ninguna de la situaciones de las que se le acusa al Gobierno de la República.

Tampoco les interesa reconocer que nadie de los que participaron, individualmente o colectivamente, en el fracasado golpe de estado y posteriormente «Guerra Civil», jamás ha reconocido ninguno de los asesinatos que cometieron o propiciaron.

Que, por ejemplo, Falange Española defendía la lucha armada contra la República española, antes de 1936. Que José Antonio Primo de Rivera se fotografió públicamente realizando prácticas de tiro.

Que la mayoría de la Iglesia española apoyó a los sublevados, sin condenar sus excesos.

Que los requetés prepararon la «lucha armada» contra la República desde antes del 17 de julio de 1936.

Que los militares sublevados rompieron su juramento de lealtad al Gobierno legítimo la república, llegando a asesinar a sus compañeros que se negaron a seguirles.

Que el Gobierno del general Franco nunca fue un Gobierno legítimo, que su poder estaba únicamente sustentado en la fuerza de las armas.

Termino con otro ejemplo más y cuatro preguntas.

En breve nos acercamos al 18 de julio:

¿Recuerdan Uds., «articulistas liberales», al comandante en jefe de la Guardia Civil de Navarra, asesinado por sus propios compañeros por negarse a sublevarse?

¿Asesinaron los republicanos a algún guardia civil en Navarra?

¿Les falta el contraejemplo? ¿Esto fue un crimen, o no?

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