A pesar de las dificultades y un par de cargas policiales, cerca de 200 jóvenes lograron manifestarse ayer en Biarritz para proclamar que «esto no es Francia ni España, sino Euskal Herria».

La marcha arrancó de la céntrica plaza Clemenceau que, al igual que las calles de la localidad costera, estaba ayer -festivo por el día de la República- abarrotada de visitantes y turistas.

Al pasar por una de las numerosas entidades bancarias del centro, varios manifestantes pegaron un cartel en su fachada con el lema «muerte al capitalismo», así como pequeños pasquines con palabras como, «precariedad», «deslocalización, «paro» o «suicidio».

Los manifestantes tenían previsto realizar paradas simbólicas similares en determinados puntos del recorrido. Una de ellas era en el propio ayuntamiento, con el fin de hacer entrega de un escrito al alcalde y senador Didier Borotra.

Policía agobiante

La Policía, que custodiaba prácticamente todas las calles, impidió que se acercaran aunque, más tarde, el propio Borotra se dirigió hacia ellos y pudieron entregarle el documento dirigido a él pero también al conjunto del Consistorio municipal.

El escrito recogía lo esencial de los motivos por los que la organización juvenil había convocado la movilización de ayer. Así, explicaba que habían elegido la ciudad labortana porque simboliza «la asimilación y la opresión que sufren los jóvenes vascos».

Reprochaban que se «privilegie el turismo de masa mientras se niega el desarrollo local» o que se prefiera «un folklore superficial a la cultura multicolor y popular». Segi responsabiliza de ello al «Estado francés y a su sistema capitalista» que hacen «pareja para destruir nuestra tierra y nuestro país». Denunciaban, asimismo, que para aplicar dicha política poseen in situ «cómplices que no ven más que su propio interés».

Finalizaba la misiva proclamando que seguirán «manifestando, luchando e interpelando» porque «creen en el futuro de Euskal Herria».