Por una vez, Moody's apoya al sentido común
No se puede decir, visto su proceder tanto antes como después de la crisis financiera, que las agencias de calificación sean entidades a las que se pueda dar credibilidad. Muchos expertos han denunciado su naturaleza especulativa y su falta de rigor. Sin embargo, siguen siendo una referencia por la influencia que tienen en los mercados y en las políticas de los gobiernos. Y también porque manejan mucha información que no está a disposición del público. Por eso hay que seguir con atención la decisión de Moody's de poner bajo vigilancia a la BBK para analizar una posible rebaja de todos sus ratings crediticios tras la absorción por parte de la entidad vizcaina de Caja Sur, dentro del plan de reordenación de las cajas de ahorro puesta en marcha por el Gobierno español y el Banco central del Estado. Moody's sospecha que la ayuda recibida por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no es suficiente para compensar el perfil de riesgo más alto de la entidad andaluza. Ese análisis refuerza una de las dudas de sentido común que genera la «compra» de Caja Sur: ¿qué sentido tiene comprar una entidad con semejantes problemas en un entorno que no tiene un valor añadido, sino más bien lo contrario? Parece que Caja Sur es la que le ha tocado a la BBK en el sorteo encubierto de desastres bancario-financieros que está realizando el Estado español.