Como cada año, la Comisión de Blusas y Neskas brindó ayer un cálido homenaje a los familiares de los represaliados políticos gasteiztarras en el marco de la celebración del Día del Blusa.

Al mediodía, cientos de personas se dieron cita en la plaza de los Fueros para expresar su solidaridad hacia las familias de los prisioneros. Josu Ormaetxea y Oihane Perea fueron los encargados de abrir el acto y, tras los sonidos de txalaparta, bertsos y el aurresku, uno por uno, entre un chaparrón de aplausos, fueron recordando a quienes tras los muros y barrotes permanecen a miles de kilómetros de sus casas en estas fechas festivas.

Ayer la Ertzaintza también quiso ganar protagonismo en el tradicional homenaje. Tras rodear la plaza al inicio del mismo, los agentes permanecieron a la expectativa, como si esperaran el momento «más oportuno» para intervenir. Así, bien pertrechados con material antidisturbio, se avalanzaron sobre Ormaetxea. La tensión se palpaba entre los cientos de personas que se encontraban allí y se canalizó mediante gritos como «Zuek faxistak zarete terroristak» o «Alde hemendik, utzi bakean».

Los minutos se hacían eternos mientras los agentes retenían al ex preso político, a quien le comunicaron que iba a ser imputado por «enaltecimiento del terrorismo». Otras dos personas más fueron imputadas.

Los retratos de los presos sólo mostraban sus ojos. No obstante, parece que a los responsables de la Ertzaintza no les agradó que sus nombres fueran recibidos entre aplausos.

La del mediodía no fue la única «demostración policial» en el Día del Blusa. Sobre las nueve y cuarto de la mañana, varios ertzainas se apostaron en la entrada de la Kutxi y, a continuación, se dedicaron a eliminar pancartas reivindicativas y fotos de presos. El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, había anunciado a principio de mes que la Policía autonómica contaría a partir del día 13 con una división policial que se encargaría de llevar a las calles su apuesta por «ganarle la calle a los violentos». En esa particular batalla, según informaron testigos a este diario, ayer por la mañana una patrulla que circulaba «con prisas» embistió a dos coches en la calle de Los Herrán, esquina con Santiago.

Ajos, burros y paseillo

Por lo demás, la de ayer fue una jornada para calentar motores de la cara a las fiestas de la Blanca que darán comienzo el próximo 4 de agosto, cuando el de Zalduondo se descuelgue con la ayuda de un paraguas desde la torre de San Miguel.

Los más madrugadores coincidían con quienes hacían frente a un día soleado tras haberlo dado todo durante la noche. Y la cuesta de San Viciente volvió a acoger una curiosa estampa: decenas de puestos se hacían un hueco para vender las típicas ristras de ajos.

Con las ristras al cuello, fueron muchísimas las personas que bajaron a las 10.00 a la plaza de la Virgen Blanca para disfrutar de la divertida carrera de burros. Tras las cinco vueltas de rigor, la cuadrilla Txolintxo levantó la copa de ganador. Las cuadrillas de blusas animaron la tarde con el paseillo de ida y vuelta a los toros por las calles del centro de la ciudad.