GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Prohibición de las corridas de toros en Catalunya

El Parlamento catalán aprueba la prohibición de las corridas de toros

El Parlament de Catalunya prohibió ayer las corridas de toros. La votación -lograda a través a una iniciativa legislativa popular elaborada por los animalistas del Prou!, que recabó 180.000 apoyos- fue seguida al detalle por la prensa internacional y también por la madrileña, que se había encargado de caldear el ambiente. Dos de cada tres diputados votaron en conciencia.

p002_f01_100x100.jpg

Aritz INTXUSTA | BARCELONA

En menos de un centenar de minutos, el Parlament catalán prohibió las corridas de toros en su territorio. La votación fue ajustada hasta el extremo, obteniendo por la mínima la mayoría absoluta: 68 votos de 135. El resultado de la sesión de ayer era previsible, pero no había nada claro. Prácticamente dos de cada tres diputados gozaba de libertad de voto por decisión de las dos fuerzas más fuertes en la Cámara, CiU y PSC, con 48 y 37 escaños, respectivamente.

El dilema sobre las corridas de toros llegaba a un Parlament dolido tras la desacreditación de su soberanía vía sentencia del Tribunal Constitucional para recortar el Estatut. Por ello, la prensa madrileña cargó ayer el ambiente con titulares como «Será una grave agresión a la cultura catalana» o «Catalunya entra a matar».

Sin embargo, la sesión de ayer en el Parlament fue tranquila, democrática, y transcurrió en catalán casi en su totalidad. Suscribían la prohibición los 33 diputados de ERC e IC-V y se oponían los 17 de PP y Grupo Mixto. CiU y PSC dibujaron una calculada ambigüedad dejando libertad de elección a sus diputados y sin que sus jefes de filas levantaran el brazo en el momento de la votación para marcar la directriz a los suyos. No obstante, el discurso de CiU estuvo enfocado a favor de la prohibición, mientras que el PSC eligió como orador a un protaurino, David Pérez, que conminó a sus compañeros a que votaran en contra de la medida.

Finalmente, 13 de los diputados del CiU se desmarcaron de la línea: siete votaron en contra de la prohibición y otros tres se abstuvieron. Por parte del PSC, fueron seis los díscolos (tres abstenciones, tres votos a favor). En un partido que se adivina atormentado por las desavenencias internas, destacó el voto en conciencia de uno de los consellers de la Generalitat, Antoni Castells, que se abstuvo. Durante su intervención en la Cámara, el representante del PSC, David Pérez, trataba de apagar posibles fuegos: «La minoría de mi partido que prohibiría los toros lo hace exclusivamente por motivos animalistas». Pérez anunció que no habría enmiendas.

El líder de CiU, Artur Mas, compareció tras la sesión para aclarar que votó con la mayoría. Por contra, el president José Montilla declaró que se había colocado en el bando perdedor.

Anna Mulá, de la plataforma Prou!, fue la encargada de abrir el debate. Defendió que «los actos infringidos en una plaza son delito si se ejercen sobre otro animal». Por ello, instó a los diputados catalanes a lanzar «un mensaje de compasión y progreso para la humanidad».

Todos los grupos parlamentarios, salvo los contrarios a la prohibición (Ciutadans y PP), enmarcaron el debate en términos de derecho animal. El president de Ciutadans, Albert Rivera, aseguró que se abolían las corridas de toros porque «se comparten con España». Rivera enarboló un ejemplar de «El Mundo» en el que aparece fotografiado Montilla durante una corrida. «Voy a votar para que el presidente pueda ir a los toros», proclamó el líder de Ciutadans.

Esta afirmación desató cierto cachondeo. «¡Si ya está en los toros!», gritó uno de los diputados de CiU, porque el president se escabulló de la Cámara durante el debate y sólo apareció en el momento de votar.

Josep Rull explicó la postura de los convergentes. El diputado afirmó que «las corridas son tan catalanas como cualquier otra tradición», pero que «la muerte del animal no es ninguna anécdota». La formación de Rull había sido atacada por prohibir los toros mientras busca dotar de cobertura legal a los correbous (sueltas de toros y vaquillas típicas del sur de Tarragona). Rull remarcó que en los correbous los animales no mueren.

Por parte de ERC, tercera fuerza en la Cámara, salió a la palestra su presidente, Joan Puigcercós. «Los toros tienen identidad catalana, claro que sí. Pero esto no nos debe dar vía libre. La abolición no tiene patria», proclamó Puigcercós. Asimismo, sostuvo que «argumentar que se extinguirá el toro no es científico ni serio. También dicen que se acabarán las dehesas y en Catalunya no hay dehesas». El líder de ERC se ganó el aplauso más sonoro, y también silbidos.

Desde Iniciativa per Catalunya-Verds se planteó la votación como un paso adelante en la democracia. «En la iniciativa legislativa popular hay más que una iniciativa, hay un clamor ciudadano», defendieron en el Parlament, para anunciar su voto en contra de una tradición «cruel».

El representante del PP y amante de los toros Rafael Luna intervino en catalán, aunque gran parte de su discurso iba dirigido al Estado español. Apuntó sus dardos hacia el PSC, al que criticó por dejar a los suyos votar en conciencia ahora y no haberlo hecho en el debate sobre la Ley del Aborto. Luna avanzó que el PP tratará de tomarse la revancha a través de las Cortes de Madrid.

El animalismo triunfa sobre el maltrato

La plataforma popular Prou! («basta», en catalán) recibió muestras de apoyo de todas las partes de Europa. Los animalistas estaban ayer eufóricos y un grupo de ellos brindó con champán en la madrileña Puerta del Sol. Los ecologistas vascos de Eguzki felicitaron al Prou! y recordaron que en Euskal Herria los políticos hacen oídos sordos a las iniciativas legislativas populares. El grupo británico PETA se mostraba «eufórico». Por su parte, la mayor asociación protectora de los animales de Europa, Deutscher Tierschutzbund, confió en que la prohibición se amplíe a otras regiones, deseo que comparte el Partido Verde Europeo, que calificó las corridas de toros de «prácticas primitivas e inaceptables». Quizá la primera región en contagiarse sean las Baleares, donde el Partido Socialista Mallorquín, Els Verds e Iniciativa de Izquierdas se felicitaron por la iniciativa y manifestaron su deseo de que su archipiélago sea lo «suficientemente maduro para seguir esos pasos». A. I.

Los protaurinos llevarán la abolición al Constitucional

Anna Mulá lanzó una pregunta que pretendía ser retórica durante su intervención: «¿Qué pasaría si la votación fuera al revés, si consistiera en instaurar la tauromaquia en Catalunya?». Al parecer, el PP quiere explorar esa posibilidad. Una vez más, Catalunya actúa y lleva la iniciativa y el Estado español va un paso por detrás reclamando la involución. El Partido Popular de Catalunya ha dejado claro que su estrategia pasa por que el Parlamento de Madrid invalide la abolición asegurando que Catalunya no tiene competencias. Esperanza Aguirre, a quien pilló la noticia en una cumbre de las juventudes del PP en Móstoles, tachó de «casposa» y «liberticida» la decisión y remarcó que la Comunidad de Madrid ya ha declarado los toros como Bien de Interés Cultural. El ex líder del PPC y vicepresidente de la Eurocámara, Alejo Vidal-Quadras, calificó la abolición de «muestra de totalitarismo propia de la dictadura». Por su parte, el presidente del PP en Araba, Alfonso Alonso, lanzó una afirmación asombrosa: «Los toros los inventamos los vascos».

La actitud más beligerante la han tomado plataformas ciudadanas de derechas como la Plataforma en Defensa de la Fiesta, que se apostó ayer a las puertas del hemiciclo e insultó a Artur Mas, al presidente del Parlament y al vicepresidente de la Generalitat, Carod-Rovira, a quien llamaron «traidor». Luis Corrales, portavoz de dicha plataforma, anunció que recurrirían al Constitucional para que vuelva a cortar las alas a la soberanía del Parlament y revoque la abolición de las corridas. En todo caso, ya que la ley no entrará en vigor hasta el año 2012, el TC no necesitaría paralizar la ley para estudiarla. En consonancia con la línea del PP, que en todo momento ha intentado equipar de alguna forma la abolición de las corridas con la Ley del Aborto, grupos como Unidos Por la Vida reclaman para «los no nacidos» la misma protección que para los toros.

Todas estas iniciativas reaccionarias deben superar varios escollos serios. En primer lugar, las corridas de toros fueron abolidas en las Islas Canarias hace ya 21 años. También supone todo un reto la enorme expectación que ha suscitado el debate en medios de comunicación extranjeros, que han visto que, frente a las acusaciones de «totalitarismo» que lanza el PP, más de la mitad de los parlamentarios catalanes han votado en conciencia.

Al Jazeera llevó la noticia a su portada de Internet, y su corresponsal en Barcelona aseguró que la votación es una revancha por el recorte al Estatut por parte del Constitucional. «The New York Times» también lo resaltó y sostuvo que el debate sobre la identidad ha «eclipsado» la discusión sobre los derechos de los animales. En declaraciones a otros periodistas, la corresponsal de la televisión pública alemana TF1 declaró que este tema ha suscitado más interés para su medio que la manifestación por el Estatut o los triunfos futbolísticos del Barça. La BBC también recogió en Internet la polémica y ha abireto un foro para que sus lectores opinen. Mientras, el diario francés «Libération» no entró en debates identitarios y sostuvo que las corridas de toros son una fiesta en decadencia. Asimismo, el periodista de «France 3 Sud» Tamon Marc explicó que los toros no son un tema que interese a los franceses, a pesar de que celebren corridas. Sin embargo, aclaró que la votación de ayer sí que ha despertado la curiosidad de los galos «porque los toros siguen siendo un símbolo de España». A. I.

 
Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo