La alcaldesa de Lizarra, Begoña Ganuza (UPN), tampoco va a permitir este año que el cohete sea lanzado por alguien que no sea de su partido, algo que no ocurría en legislaturas anteriores. Con sus 8 ediles, UPN no cuenta con mayoría absoluta en un Ayuntamiento integrado también por 3 concejales del PSN, 2 de NaBai, 1 no adscrito excindido de esta coalición, 1 de CDN, 1 de IUN y 1 independentista, pero la alcaldesa se ha aprovechado de la potestad que le otorga la ley para que su partido pueda acaparar el protagonismo del primer acto festivo.

Tampoco permitirá, tal como viene haciendo en años precedentes, que la ikurriña pueda estar en el balcón de la Casa Consistorial durante el cohete. El jefe de la Policía Municipal tiene orden de impedir que ninguna persona que porte la enseña vasca pueda acceder al salón municipal, incluidos los propios cargos electos. Por ello, los ediles abertzales suelen utilizar diversos recursos para intentar evitar esta persecución hacia una enseña legal, como acudir al cohete con ropa o pañuelos en los que figura la ikurriña.

Un acto limpio y folklórico

A diferencia de otras localidades navarras, el cohete de Lizarra se caracteriza por su limpieza, ya que no se lanza champán, harina, espuma ni similares, sino que se caracteriza por su folklorismo e incluso solemnidad.

Al sonido del cohete -que no es lo mismo que «chupinazo», según precisan desde el Ayuntamiento- le sigue el volteo general de campanas y la interpretación del Saludo a la Ciudad por parte de la Banda de Clarineros y Timbaleros. A continuación los dantzaris de los grupos Ibai Ega y Larraiza ejecutan la Jota Vieja del Baile de La Era, seguido de pasacalles con txistularis, rondallas, acordeonistas, fanfarres y bandas de música.

Este año, además, tendrá lugar en la Plaza de los Fueros el homenaje a la agrupación de txistularis Padre Hilario Olazaran, a partir de las 13.00. Además, con motivo de la XXV edición del Dantzari Eguna, serán homenajeadas todas las generaciones de dantzaris de Lizarra, y la asociación de ex dantzaris Francisco Beruete interpretará el Baile de La Era. Pero no será hasta las 16.30, con la salida de la Comparsa de gigantes y cabezudos desde el Ayuntamiento, cuando los vecinos se vistan de «estellicas» y acompañen posteriormente a la Corporación a la Basílica del Puy para cantar las «solemnes vísperas».

Al término de este acto oficial se realizará la tradicional Bajadica del Puy por las calles Val de Allin y Carpintería. De forma similar al «Riau-riau» de Iruñea, esta «bajadica» surgió como un acto de protesta contra una prohibición decretada en su día por el alcalde. Los jóvenes de Lizarra decidieron parar el paso de la Corporación y retener allí a todos sus miembros, como forma de expresar su enfado. Con el tiempo, este acto fue incorporado al programa oficial y en la actualidad la Banda de Música interpreta una canción que es bailada por numerosas personas mientras efectúan el descenso hacia la Casa Consistorial. Este acto tiene su réplica en la «pañuelada», que se realiza el domingo tras la procesión. Ese día, la Corporación acude desde la iglesia hasta el Ayuntamiento, donde es apoyada por los vecinos contrarios a la protesta que significa la Bajadica del Puy. En los últimos años también se ha incorporado la «Bajadica de las chicas», que se realiza el sábado (mañana) y es más limpia.

Recortes en el presupuesto

En lo que se refiere al presupuesto, este año ha quedado reducido a 220.303 euros, incluidos los festejos taurinos, que ascienden a 59.800 euros. Esta cantidad supone 18.450 euros menos que el presupuesto del pasado año, lo que es achacado a la situación de crisis económica. Los recortes han afectado a buen número de actividades, pero sobre todo a las orquestas y fuegos artificiales, que ya el pasado año sufrieron un recorte importante.