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«Mis ojos tienen sed de ver, sed de sentir, sed de vivir...»

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Jabi Arroyo

Guitarra y voz de Subversión X

En 1992, con catorce años, Subversión X ya se ha pateado la calle y el rock colado en su sangre. Con tres meses de prueba ya tocan su primer concierto. Dieciocho años después, su fe en lo que hacen y en su mensaje continúa inalterable. Pocas veces un grupo es tan fiel a su destino.

Pablo CABEZA | BILBO

La banda de Santurtzi Subversión X lleva casi dos décadas de vida urgente y una amplia discografía que les debiera haber colocado en un puesto más popular; sin embargo, por estilo, por mala suerte o por decisiones inapropiadas, el trío no disfruta de la pegada que sus canciones merecen.

«7 balas» abre «Animal insatisfecho», su nuevo cedé. Desde el primer acorde se muestra el talento de la banda para cruzar punk, rock, ritmos rápidos, guitarras respingonas, estribillos y textos directos. «7 balas» es también su reciente video-clip, todo un hit en potencia. Subversión X mezcla a grupos como Eskorbuto, MC5 (fraseos de guitarra), RIP, Parabellum y formaciones contemporáneas. Con todo, el trío también se defiende bien en ritmos medios, aunque al final exploten, como «La herida», con una sencilla guitarra rítmica muy inspirada; sin obviar otros himnos como «Vendo muy cara mi pel» o «Insatisfecho animal».

En 1994 se publica su primera demo, «Hasta la muerte», de la que se venden más de 1.500 copias. La cinta llega a recorrer también buena parte de Latinoamérica, donde se edita en diferentes países. Aún son Aketza (bajo), sustituido en 1999 por Álex; Aitor (batería), reemplazado por Txantxi en el 94; y Jabi, alma y rotulador de Subversión X (las pintadas con el nombre de la banda son habituales y numerosas).

En 1995, el grupo tiene en la calle «Esperando al final», del que logran vender más de 13.000 copias. Nuevamente el disco llega a Latinoamérica gracias a las sedes de Discos Suicidas en México y Argentina.

Entre 1998 y 1999 Subversión X pasa uno de sus peores baches. La posibilidad de grabar una canción («El mal de la humanidad») para el disco homenaje a Eskorbuto («Tren con destino al infierno vol.1») les revitaliza. La desdicha comienza, en parte, cuando en 1998 les roban los amplis en el local de ensayo en Kultur Etxea. De otra parte, en 1999 un coche embiste la moto de Jabi y, además de las magulladuras, le rompe la tibia y el peroné. Personalmente tampoco viven sus mejores días: caminar por el lado oscuro tiene sus consecuencias.

Por suerte, si cabe, en 2001 y gracias a la indemnización por el accidente, pueden comprar nuevos amplis, batería y comenzar a grabar «Caramelos envenenados».

Vendrán más discos, una revista («Vivencias reales») más recopilatorio, donde relatan sus andanza, sus penurias y sus momentos de gloria. También se edita, ya en 2010, un libro que retrata a Jabi Arroyo, «Agua para los muertos», con buenas intenciones, pero muy irregular y demasiado evidente en muchos tramos por culpa del escritor.

Malos tiempos, pero se sale

«Sí, por el 98 fue una época jodida, pero de alguna manera había que sacar la cabeza. Empezamos a ensayar con temas que teníamos, unos de la época de «Esperando el final», otros compuestos mientras me buscaba la vida en la calle tocando la guitarra, otros llevando ideas al local, Aketza dejó la banda en el 99 y Álex le sustituyó en pleno `Vida o muerte'. Txantxi estaba entre el psiquiátrico y el estudio. Después de la muerte de su vieja, lo pasó mal, muy mal. Yo andaba enganchadísimo y tirando de ellos y de mí y Álex tirando de Txantxi. Es un disco que se grabó por la aceleración del momento, pues Suicidas nos prometió editarlo si lo hacíamos antes de Navidades y, en plena grabación ,el chorra de él, por no llamarle cabrón, le dijo al técnico de Norte Estudios que nos dijera que no podía editarnos. Ni siquiera dio la cara. Al final, lo publicó el sello de Madrid W.C. Discos y lleva 6.500 copias vendidas y está en fabrica para reeditarse».

En ocasiones se ha quejado de que se les compare con Eskorbuto. ¿Qué parte de la comparación no es cierta?

Somos de Santurtzi y hacemos rock crudo como ellos, además de historias parecidas por el entorno, pero Subversión X es una historia diferente, es un ejército «La plaga subversiva». Las canciones están todas basadas en pasajes de nuestras vidas; el grupo ha sido nuestra forma de vivir desde niños. Subversión X es una banda auténtica y lo extiendo a nuestros directos.

¿Qué músicos le han influido? ¿Se ha quedado estancado?

El quedarse estancado no es lo mío, pues mis ojos tienen sed, sed de ver, sed de sentir, sed de vivir… Y mientras así lo sienta y el cuerpo no se resquebraje, hay para rato. El problema es que busco lugares, formas, estados mentales y, cuando estoy en ellos, lo único que deseo es huir, así que por otra parte es bueno, ya que demuestra que soy culo de mal asiento y ávido de experiencias y emociones.

¿Algún proyecto cercano?

El 23 de octubre iremos por la ría en un txinbito (ya completado). Pararemos a tocar en las márgenes donde haya peña; después, fiesta en La Kelo. Queremos llegar más allá. No es sólo autodestrucción, aunque en su momento lo fue.

Ficha

Grupo: Subversion X.

Disco: «Instinto animal».

Contacto: rockrabioso@hotmail.com.

Conciertos: 21 de agosto en Lerin, 25 setiembre, Lumbreiras Festival.

«Cuando hablo de drogas, no predico a su favor: hablamos de colegas muertos...»

¿Cómo aprendió a tocar la guitarra, a tener sentido de la composición, de lo que era una canción...?

Como habrás leído en el libro «Agua para los muertos», desde niño y con uso de razón, escucho música rock. Recuerdo ir al colegio escuchando Ñu. Mi hermano se levantaba a la misma hora para ir a currar y la música nunca ha faltado. Con 9 ó 10 años, ya tuve la idea de hacer un grupo. Me lo figuraba en casa junto a mi hermana, sabiendo que eso era lo que quería. Viendo a Zarama ensayar también se aprende, aunque aún no tengas guitarra y con Iosu Eskorbuto tocábamos la guitarra. El fue quien nos decía: «ahora os toca a vosotros». Eso te daba fuerzas, aunque ya estaba más que claro: estaba escrito.

Usted habla en diferentes escritos de su relación con las drogas, parece que bastante continuada... ¿Se acuerda de Josu y Jualma Eskorbuto, fallecidos? ¿Le parece admirable caer en combate? ¿Se cae por ser una víctima del sistema...?

Te puedo asegurar que para Iosu fue una batalla perdida el morir y por culpa del sistema. Él no quería morir, tenía mil proyectos... Yo cuando hablo de drogas no predico en su favor: hablamos de colegas muertos por ella o al hecho de caer en psiquiátricos. No es plato de gusto, te lo aseguro, pues nos ha traído bastantes problemas. Lo que tendría que darse cuenta la vasca es de las consecuencias y poder utilizarlas en lugar de que ellas lo hagan. Yo soy consumidor y me tiro mis defases, pero mi objetivo no es la droga, si no la música: Subversión X.

Por los relatos de la revista, las letras, el libro, da la impresión de que es usted un tanto egocéntrico.

Pues sí lo soy, ¿es acaso malo? Para nosotros, en especial no lo es cuando se habla de Subversión X, porque se lo merece, ¡qué no lo decimos nosotros solos! Este disco lleva 4.500 copias vendidas en tiempos en los que no se vende un disco. Está publicado por W.C. y está también en proceso de reedición.

seguir adelante

«Queremos llegar más allá. No es sólo autodestrucción, aunque en su momento lo fue, pero al haber sobrevivido sigues buscando»

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