El director de comedias comerciales Dennis Dugan suele trabajar por separado para actores cómicos como Adam Sandler, Rob Scheneider o Chris Rock. En «Niños grandes» ha decidido juntarlos a todos, por aquello de que la unión hace la fuerza, y no hay nada comparable a rodar con colegas de toda la vida. Se han tenido que divertir mucho haciendo la película, pero la cuestión está en ver si el público se lo pasa tan bien como ellos en el cine.

El pretexto argumental para la reunión es de lo más trillado. Antiguos alumnos del instituto coinciden de nuevo treinta años después, con motivo de la muerte de su entrenador de basket, revisitando los lugares donde les llevó de excursión. Esta vez irán acompañados de sus mujeres e hijos, ante quienes querrán demostrar que siguen en forma. La supuesta gracia emana de sus patéticos intentos por retener la juventud.