Bart Freundlinch ha retomado la premisa argumental de «El graduado», pero ampliando la diferencia de edad entre los protagonistas, ya que la mujer casada esta vez ya ha cumplido los 40 años y se enamora de un joven universitario con poco más de veinte. Para interpretar al chico se ha escogido a Justin Bartha, quien en realidad tiene 32 años, pero para el público sigue siendo un rostro nuevo y poco visto, máxime cuando en la reciente «Resacón en Las Vegas» aparecía algo desfigurado. El director de la película no trata de ocultar la referencia a «El graduado», haciéndola más evidente mediante la presencia en el reparto de Art Garfunkel, compositor e interprete junto a Paul Simon de «Mrs. Robinson», la canción de aquella realización que Mike Nichols inmortalizó en el 67.

El paso del tiempo provoca las lógicas diferencias entre aquella señora Robinson y esta otra nueva Sandy, que es una mujer mucho más avanzada e independiente, la cual no duda en abandonar a su marido y padre de sus hijos, en cuanto descubre que le es infiel. Al enamorarse del chico que hace de canguro de sus niños, lejos de reprimir sus sentimientos y ocultarlos, no tiene problema en iniciar una rejuvenecedora relación. Otra cuestión es que no todo el mundo vea con buenos ojos que una madre intime con un recién licenciado que cuida niños en sus horas libres.