ASTEA MUNDUANç
Filtración del parte de la guerra afgana: «Qui Prodest»
Dabid LAZKANOITURBURU
Periodista
Las filtraciones son terreno abonado para las conjeturas. Pero éstas han brillado por su ausencia tras la publicación de 90.000 documentos clasificados sobre la campaña militar afgana de EEUU.
La versión oficial apunta a un analista militar despechado y detenido desde abril tras la filtración y publicación de un vídeo que muestra una matanza de civiles desde un helicóptero.
Puestos a asumir el móvil de la venganza, ¿por qué no apuntar más alto y señalar al recién destituido general Stanley McChrystal?. El hasta junio máximo mando militar en Afganistán fue destituido precisamente por largar más de la cuenta.
No falta quien apunta a los enemigos de Obama en el seno del núcleo duro del poder en EEUU. Según esta hipótesis, que fue ya aireada con motivo de la redada contra espías rusos en pleno acercamiento con el Kremlin, el objetivo sería debilitar al presidente en vísperas de las elecciones de medio mandato y alentar la oposición demócrata a la guerra, tal y como se ha visto con la polémica votación del presupuesto militar adicional.
La tercera y última hipótesis sigue esa argumentación pero dándole la vuelta. Según ella, la filtración habría sido un movimiento controlado, o como mínimo tolerado, por la propia Administración Obama. Juega a su favor el hecho de que los archivos son poco más que un parte de guerra, voluminoso eso sí, que viene a confirmar lo que ya era un secreto a voces: que no hay nada que hacer en aquel indómito país.
Todo ello cuando falta ya menos de un año para que se cumpla el plazo marcado por Obama para el inicio de la retirada de Afganistán.