Las autoridades de Rusia admitieron ayer que los incendios forestales, que han causado una treintena de muertos y calcinado centenares de miles de hectáreas, son graves, pero están bajo control gracias a los casi 250.000 efectivos que luchan contra el fuego. Un portavoz del ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia, cartera creada especialmente para hacer frente a los desastres naturales y tecnológicos, informó de que un total de 238.000 personas, 25.000 vehículos de diverso tipo y 16 aviones participan en las labores de extinción de los incendios forestales y de protección de aldeas y ciudades. A las fuerzas de Emergencia se sumaron ayer los efectivos de las Fuerzas Armadas, tal y como ordenó la víspera el presidente, Dimitri Medvedev.