Geresta y Abaunza, presos en la central de Moulins, en huelga de hambre y de sed
El rechazo a aceptar «cacheos degradantes» antes y después de las visitas ha motivado que dos de los presos vascos que se encuentran en Moulins, comenzaran el sábado una huelga de hambre y de sed.
GARA | BAIONA
Los presos políticos vascos Jabi Abaunza y Ander Geresta, encarcelados en la central francesa de Moulins-Yzeure, se encuentran en huelga de hambre y de sed desde el pasado sábado para protestar, según informó Askatasuna, «por los numerosos incidentes que se han producido en las últimas visitas».
El organismo antirrepresivo indicó en una nota de prensa, que los tres últimos fines de semana, cuando los presos vascos se disponían a acudir a los locutorios para las visitas, éstos han sido objeto de «tratos degradantes» lo que ha hecho que la tensión aumente.
En concreto, los servicios penitenciarios pretendían obligar a los presos a someterse, tanto antes como después de las visitas, a «cacheos vejatorios» exigiéndoles que se desprendieran de su ropa y se agacharan para proceder a un examen anal. Los funcionarios han planteado esta exigencia, por turnos a cada preso, en los últimas visitas.
Al negarse a los cacheos, el preso era conducido al mitard (celda de castigo) a donde, por solidaridad, también se sumaban sus compañeros.
Todos en el mitard
El pasado sábado, cuando Abaunza, tras haber sido conminado a someterse al cacheo, reclamó su derecho a «no ser sometido a malos tratos» fue, asimismo, conducido al mitard. Fue entonces cuando él y Geresta decidieron iniciar la huelga de hambre y de sed.
Los otros dos presos políticos -Ismael Berasategi e Iñaki Lizundia- que, según informa Askatasuna, no pueden entrar en huelga de hambre debido al tratamiento médico al que están sometidos, también se encuentran en el módulo disciplinario.
Askatasuna ha denunciado enérgicamente estos hechos y, tras manifestar su solidaridad a los presos y sus familias, «así como a todos aquellos que estén privados de sus derechos esenciales como consecuencia de la política imbécil de los estados francés y español», ha exigido «el fin del acoso a los presos políticos y el respeto inmediato de sus derechos».
Etxerat, por su lado, ha recordado «el desgaste que supone no ingerir ningún tipo de alimento ni de líquido» y también «las infames condiciones de vida» de las celdas de castigo.
«Cruel laboratorio»
La asociación de familiares de presos políticos añade que «los derechos de los presos han de ser respetados para que en Euskal Herria se pueda abrir definitivamente un nuevo tiempo para la esperanza». Denuncia «especialmente» la actitud del Gobierno francés que en los últimos meses «ha endurecido de forma notoria su política penitenciaria, ahondando en el cruel laboratorio que supone».
Acusa a Sarkozy de apostar por «la soledad y el aislamiento, por la dispersión y las condiciones de vida más ínfimas y, ahora, también por los desnudos y registros humillantes».
Estas semanas se han producido protestas en cárceles francesas, en particular, por el aislamiento al que eran sometidos los presos. El último episodio lo protagonizaron los presos Arkaitz Agirregabiria, Mikel Karrera, Maite Aranalde, Mattin Olzomendi y Joseba Fernandez que, después de llevar a cabo huelgas de hambre, fueron agrupados con presos vascos. En Bilbo, en el Arriaga, 110 personas se movilizaron por los represaliados.