El jugador del Real Madrid Kaká permanecerá de baja por un periodo de entre tres y cuatro meses tras ser operado en Amberes de una lesión en el menisco de su rodilla izquierda. Se da la circunstancia de que ya padeció problemas en dicha articulación en su etapa milanista, en concreto durante el inicio de la campaña 2008-09.

La ausencia del carioca, que realizó un discreto Mundial con polémica incluida por una injusta expulsión, volverá a dejar al Real Madrid sin una de sus teóricas estrellas. Además, se trata del fichaje por excelencia que realizó el año pasado Florentino Pérez -a Cristiano Ronaldo ya lo dejó fichado Ramón Calderón- y que no ha dado el rendimiento esperado.

Así, el internacional brasileño se pasó prácticamente toda la temporada anterior en blanco por sus problemas de pubalgia y ahora, con este otro contratiempo físico, tiene toda la pinta de que a la entrante también va a llegar con un serio retraso con respecto al resto de sus compañeros.

Mercado crítico

En lo que se refiere al tradicional ajetreo veraniego de la compra venta futbolística, la crisis también ha llegado a un mercado acostumbrado al derroche y los múltiples ceros. Un dato esclarecedor es que a estas alturas de agosto el año pasado ya se habían gastado 700 millones de euros, mientras que en el presente apenas llegan a 260.

De los medianamente sonados, el más reciente ha sido el de la incorporación del centrocampista Ramires al Chelsea procedente del Benfica. El club inglés ha pagado 22 millones y es el tercero más caro de la Premier, por detrás de Silva (35) y Yayá Touré (32).

En la liga española, de momento, sólo el Barça ha hecho saltar la banca con los 40 millones de Villa. Más austeros, en Alemania el mayor fichaje es Ballack (12) y en Francia, César Azpilicueta (6).