RAIMUNDO FITERO
Unos cuantos
Entre repeticiones por abuso veraniego, reiteraciones y complementos indirectos, resulta que todos los programas en los que las cámaras de un canal o una productora visita países, ciudades o enclaves, acaban pareciéndose tanto en sus formatos que hasta se parecen tanto los que enseñan las ciudades que hasta puede parecer que sean los mismos, pese a que unas veces los vemos hablando en catalán, otras se declaran vascos y a la siguiente españoles. Y por lo visto y comprobado no es que se parezcan, es que son los mismos, como si estuvieran en las listas de una agencia, y cada vez que se tiene que completar un programa de estas características se llama a los mismos, para que cuenten lo mismo o algo parecido.
Bien pensado tampoco deben existir tantos individuos que estén en lugares remotos, o en ciudades conocidas, más o menos cercanas, y que tengan muchas ganas de aparecer en estos programas que pese a su proliferación, no acaban de mostrar sus verdaderas intenciones. Hay días o noches que creo que se trata de programas subvencionados por las oficinas de turismo de cada lugar, pero en otras ocasiones según me coja el cuerpo, acabo convenciéndome de que se trata de programas auspiciados por alguna agencia estatal para crear marca, una suerte de selección para dar una inmejorable imagen ya que todos los que salen son personas o que bien están estudiando, o que ya se han instalado por sus trabajos, sus amores o sus necesidades, pero todos pertenecen a una franja que va desde la clase media hasta la clase alta.
Me encanta ver como hay tantos vascos y catalanes instalados por el mundo, la cantidad de directores de hotel que están desperdigados por la tierra, los cocineros de escuela o de emociones que han abierto sus tabernas o restaurantes, la gran cantidad de profesores que dan clases en las universidades privadas o públicas de medio mundo. Y así sucesivamente, con lo que estos jóvenes en su mayoría, son como un gran spot publicitario que se sirve en dosis. Nunca vemos a ninguno con problemas. Todos son felices. Todos se han realizado en sus destinos. Es un mundo maravilloso, fantástico, óptimo. Una ilusión de vida. Son unos cuantos, pero cunden bastante.