Aunque siempre se le ha identificado como «rockabilly», Loquillo se extiende más allá de esa muralla. En mitad de la nueva gira de sus treinta años de trayectoria, se encuentra sumergido en la grabación de lo que será su tercer disco de poesía contemporánea, esta vez dedicada a la obra de Luis Alberto de Cuenca.

En cuanto a la colección de los treinta años, no es más que eso, una colección. «Es una obra que se tenía que hacer, porque lo lógico es que esté. Lo ilógico es que este tipo de obra, que es normal en otros países, aquí no exista» explicaba el músico. Además añadía una curiosidad más al trabajo: «Yo creo que soy uno de los pocos artistas del Estado que ha conseguido que todas las compañías con las que he trabajado se pongan de acuerdo para hacerlo. Normalmente hay 50 mil recopilatorios de tu carrera en veinte sitios distintos. En este caso sólo hay uno, y es un cofre de seis discos y dos Cd-s, donde está toda mi trayectoria, hasta la audiovisual».

Pero no hay que olvidar que Loquillo comenzó trabajando otras facetas que también le apasionan. «Yo empecé siendo periodista, `entre comillas'. Empecé escribiendo y haciendo programas de radio. Después pasé a ser `promocionero' de una compañía de discos» explicó.

Y todavía hoy sigue rindiéndose a las letras. Hace pocos meses que editó su segunda novela, colabora esporádicamente con los diarios «El Periódico», «El País» o «El Mundo», y ahora comenzará en la revista «RollingStone». «Me faltaba solamente llegar a la revista de rock más importante y hacer una serie de entrevistas a personajes muy claros, personajes que difícilmente verás en otro lado. Y desde mi punto de vista. Eso le da mucho más atractivo, porque además, puedo entrevistar a gente que me gusta y puedo aprender de ellos, que está muy bien» confesaba entre risas. Lo que pretende es «hacer unos trazos de unos personajes de aquí que son, o poco conocidos, o que tienen ganas de contar cosas que normalmente no cuentan».

Respecto a una posible gira con Enrique Bunbury, Andrés Calamaro y Jaime Urrutia, el catalán indicó que lo único que podía decir es que los artistas «se han puesto de acuerdo y estarían muy orgullosos de poder colaborar juntos», pero que de momento el proyecto se encuentra en stand by y que ahora era cuestión de mirar lo que hay alrededor de la música, «no dependerá de nosotros» sentenciaba.

El rockero reside en Donostia desde hace mucho tiempo y siempre le dedica buenas palabras, aunque no se limitan a la ciudad. Según explicaba ayer, vive aquí «porque Euskadi es un país de rock & roll. Aquí hay bandas rockanroleras, algo que no sucede en muchos lugares del Estado. Vivo en el mejor lugar para hacer la música que hago». Así, confesaba que le causaba gran emoción ser invitado a la Aste Nagusia donostiarra, donde no actuaba desde hacía ya diez años. Y uniendo los dos aniversarios, su intención era hacer un repaso de toda su trayectoria; desde la primera etapa con los Intocables, pasando por los Trogloditas, hasta su etapa en solitario.

Además, Loquillo también está invitado a la Aste Nagusia bilbaína que comienza hoy, donde ofrecerá un concierto mañana a medianoche.