Urkullu intenta sembrar desconfianzas sobre la izquierda abertzale
El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, confirmó ayer que ha mantenido varios contactos con la izquierda abertzale, de modo privado. Preguntado si confía en ella, tras unos segundos de silencio respondió: «No».
GARA | BILBO
El PNV y la izquierda abertzale ya están celebrando reuniones de modo privado, según confirmó ayer el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, que habló de relación «fluida». En una entrevista a Radio Euskadi, el dirigente jeltzale aprovechó sin embargo esos contactos para expresar sus desconfianzas tanto sobre la credibilidad de la apuesta de la izquierda abertzale como sobre su cohesión interna.
Preguntado sobre si confía en la izquierda abertzale tras estas entrevistas, Urkullu hizo un momento de silencio y, tras meditar la respuesta, afirmó que «no».
Según detalló, «ha llegado el tiempo» de que «quienes dentro de ella quieren hacer política se pronuncien como se tienen que pronunciar» y le digan a ETA «claramente lo que se resisten a decirle».
A su entender, la izquierda abertzale tiene además el «reto» de «si van a llegar unidos hasta el final». Y auguró además que quizás sus dirigentes tendrán que «soportar acusaciones de traidores».
En la entrevista, el máximo mandatario jelkide resumió la situación explicando que «estamos en una situación muy delicada respecto a lo que afecta al mundo de la autodenominada izquierda abertzale».
Tras precisar que el PNV «ha tenido muy claro siempre que no todo es ETA», incidió en que ve dificultades de cohesión interna. «En ese reto es donde entendemos las necesidades y las urgencias, y los planteamientos de que cada uno tiene sus ritmos», añadió Urkullu.
Afirmó no tener dudas de que muchas personas de la izquierda abertzale apuesten solamente por «hacer política», pero matizó que «ese mundo se va viendo emplazado a decir claramente a ETA lo que se resisten a decirle, lo que históricamente otros le han dicho».
De este modo, manifestó que «hay dos mundos: el que quiere hacer política y se manifiesta diciendo que su apuesta es por las vías políticas, pacíficas y democráticas, el mundo que dice que quienes están detrás de estos actos de violencia callejera se sitúan fuera de esa estrategia política» y «otro mundo que tiene una decisión, que es la de seguir con la dinámica que hemos conocido en estos últimos 30, 40 años».