Nafarroa, jugar a fútbol o a futbito
El entrenador de Osasuna, José Antonio Camacho, en una de sus célebres salidas de tono, acusaba a sus jugadores de «jugar a futbito» en contraposición a sus adversarios que jugaban «a fútbol». Por lo visto en las últimas décadas, los políticos navarros padecen el mismo síndrome del que Camacho acusaba a sus jugadores. Han renunciado a jugar con el esférico, a recuperar balones, al pase, a subir a rematar. Prefieren el balonazo, la defensa bronca, la queja gratuita.
El debate propiciado por la izquierda abertzale y el acuerdo entre ese movimiento político y EA han movido este esquema fijo. La derecha ya ha tomado nota. Si en Gasteiz Antonio Basagoiti advertía a Patxi López de que no podían quedarse parados ante esos movimientos y aparecer como el «bloque del `no'», en Iruñea el unionismo comienza a dar pasos para conformarse una vez más como ese bloque. Con un PSN que al sostener su pacto con Sanz hasta que termine la legislatura ha renunciado de antemano a disputar el poder, UPN ya ha ofrecido a UPyD ir en coalición a las elecciones. Y ahora es CDN la que tiende la mano al PP. A diferencia del debate que ha motivado estas maniobras, el que recoge la ponencia «Zutik Euskal Herria», en ellas no hay visión estratégica, se trata de pura táctica electoral. El único elemento estratégico es que al unionismo no le basta con blindar el marco, necesita blindar también los escenarios que se puedan abrir, y retener la primacía electoral e institucional es vital para eso.
Mientras tanto, los abertzales deben también decidir a qué juegan. Sería demencial que se reprodujese el esquema de veto contra la izquierda abertzale de otras ocasiones. Y la estrategia anterior de NaBai no sirve, entre otras razones porque el escenario de 2007 caducó, no existe. Por otro lado, para construir buen juego hay que tener perseverancia, liderazgo, generar un ambiente de mínimo compañerismo y llevar la iniciativa. Dicen que Pep Guardiola en su charla antes del partido recuerda a sus jugadores que «juegan para la gente». Un buen consejo.