El equipo de rescate podría necesitar tres meses para sacar a los mineros
La alegría y la emoción se desbordaron el domingo en el exterior de la mina chilena San José, donde unas doscientas personas acampaban desde hacía diecisiete días esperando noticias de los 33 mineros atrapados por un derrumbe. La confirmación de que están todos vivos y en buen estado de salud fue recibido entre gritos y lágrimas por familiares y compañeros que, sin embargo, aún deberán esperar tres meses para poder abrazar a sus seres queridos.GARA |
Despues de que el domingo se conociera la noticia de que los 33 mineros atrapados desde hace ya diecinueve días en la mina de San José se encuentran vivos, sus familiares esperan ansiosos el momento en que puedan volver a abrazarlos. Ese momento, sin embargo, podría demorarse, ya que fuentes cercanas al operativo de rescate estiman que necesitarán unos tres meses para sacarlos del agujero en el que se encuentran.
El jefe del equipo de rescate, André Sougarret, explicó que una vez que aseguren el pozo, ayer mismo iban a ser enviados a los mineros agua, alimentos y medicinas. Además, las sondas serán utilizadas para que mantengan el contacto con los familiares y los rescatadores e informen de las condiciones en que se encuentran. Según trascendió, de los 33 mineros, dos sufren una silicosis no severa y un tercero padece diabetes, pero tampoco de forma grave.
Las labores de rescate comenzaron ayer con la maquinaria enviada por la noche desde la División Andina, de la empresa pública Codelco. Los especialistas, según difundió la agencia Efe, proyectan horadar en la piedra una chimenea de unos 65 centímetros de diámetro, paralela a la de la sonda, para rescatar a lo mineros empleando cuerdas y camillas.
Las esperanzas casi habían desaparecido por completo, después de 17 días sin noticias de los trabajadores atrapados a casi 700 metros de profundidad, cuando a primera hora del domingo una sonda llegó por fin a la galería en la que se suponía estaban los 33 mineros. Pocas horas después, un taladro llevaba a la superficie dos notas escritas por los atrapados confirmando que estaban todos vivos.
Al poco, la noticia fue confirmada por el presidente, Sebastián Piñera, quien había viajado por cuarta ocasión a Copiapó, donde está situada la mina. Todos aguardaron entonces la difusión de las primeras imágenes captadas por una cámara que el equipo de rescate hizo llegar hasta el refugio. El rostro de Florencio Ávalos, un minero de 31 años, apareció en el monitor, y la emoción se desbordó en un campamento en el que horas antes sólo había desesperanza.
«La alegría que nos embarga no nos va a impedir perseguir las responsabilidades», advirtió la senadora socialista Isabel Allende. Y es que el accidente, que afortunadamente parece que no tendrá un trágico desenlace, ha dejado en evidencia la falta de seguridad y de inversiones en las instalaciones mineras chilenas.
En este sentido, el presidente del país, Sebastián Piñera, anunció ayer sanciones para «todos los que tengan responsabilidades» en el accidente minero. «Vamos a sancionar a todos los que tengan responsabilidades en este accidente, tanto civiles como penales», dijo el mandatario durante un acto en el Palacio de la Moneda, en el que anunció la creación de la Comisión para la Seguridad en el Trabajo que, según sostuvo, elaborará recomendaciones para mejorar las condiciones de los obreros chilenos.
A su juicio, lo ocurrido en este yacimiento de la región de Atacama debe servir para dar «un gigantesco salto adelante en la dignidad, la seguridad y las condiciones en que trabajan siete millones de chilenos». El Gobierno reprochó, en este sentido, la actitud de los dueños del yacimiento San José, por no haber adoptado las medidas de seguridad que hubieran evitado el accidente y no garantizar ahora el pago de los salarios.
Sin embargo, el empresario y dueño del yacimiento, Alejandro Bohn, manifestó que «éste no es el momento de asumir culpas ni perdones», y agregó que él y su socio, Marcelo Kemeny, no tienen «ninguna intención de seguir con la mina San José por el momento» y que no hay certeza de que la empresa pueda seguir pagando el salario de los mineros. GARA