Por lo visto en un reportaje televisivo, en varios lugares de Andalucía están creciendo los robos de material agrícola y ganadero. De tal manera que los afectados hacen patrullas nocturnas para evitar que les roben aceitunas, cerdos ibéricos o caballos de calidad. El reportaje tenía el título de «Cuatreros», y el concepto que nos remite a las películas del lejano oeste, se acomoda de manera casi perfecta a muchas otras actividades de la vida actual.

De las personas que aparecían, lo más sobrecogedor era el testimonio de un hombre maduro que narraba cómo encontró a su madre muerta en la puerta de su casa en el campo, atracada por dos individuos que habían trabajado para él en la recogida de la aceituna, ya detenidos, y que se llevaron en esa acción una cantidad ínfima de dinero. Explicaba su desazón porque su mujer como consecuencia del incidente, a los tres meses murió repentinamente. Lloraba. Y muchos otros testimonios transmitían la misma desazón, la imposibilidad de controlar sus hectáreas de olivos, de vides. La imposibilidad de proteger las dehesas o los espacios por donde corretean los cerdos negros. Un reportaje muy cargado emocionalmente, con mensajes muy tramposos porque se dejaba caer con demasiada frecuencia y reiteración que esos robos eran hechos por inmigrantes. O que se sentían desprotegidos por la policía, la administración y por extensión el gobierno.

Hasta habló un sindicalista de la Guardia Civil que declaró contundentemente que ese instituto armado está diseñado para el siglo diecinueve y que debería reorganizarse de otra manera para atender las necesidades actuales. Todo con buenas imágenes, con muchas declaraciones realmente documentadas que nos daban noticias de una situación bastante grave, con muchos labradores o propietarios de campos que manifestaban de diversas maneras el miedo que tienen al ir a sus piezas, a sus fincas donde han construido auténticos búnkers para guardar todo aquello que se puede vender. Y la pregunta más difícil de contestar, ¿quién compra los cerdos robados, los kilos de aceitunas, los compresores, los aperos? Son cuatreros que parecen viven muy, pero que muy cerca.