Desenlace feliz del secuestro de Pascual y Vilalta
Al-Qaeda libera a los cooperantes tras nueve meses de negociación
268 días después de que fueran secuestrados por Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), los miembros de la ONG Barcelona Acció Solidària Roque Pascual y Albert Vilalta fueron rescatados y viajaban ya ayer a casa. En una breve intervención para felicitarse por la noticia, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no hizo ninguna referencia a ello, pero diversas fuentes aseguran que se han pagado entre 5 y 10 millones de euros como rescate.
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268 días después de ser secuestrados por Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), los cooperantes catalanes Albert Vilalta y Roque Pascual volaron ayer hacia Barcelona, horas después de que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmara su liberación. Vilalta y Pascual fueron secuestrados -junto a Alicia Gámez, liberada el 9 de marzo- el pasado 29 de noviembre en el norte de Mauritania, cuando recorrían el país con una caravana humanitaria. Su cautiverio ha sido el más largo de los llevados a cabo por esta organización.
El canal de noticias árabe Al-Arabiya y la página web Sahara Media se hicieron eco de la liberación el domingo. Sin embargo, la cautela fue la nota predominante de la jornada: la ONG Barcelona Acció Solidària (BAS), de la que Vilalta y Pascual formaban parte, guardó silencio y Madrid optó por desmentir la liberación y afirmar que trabajaba para llegar a «un final feliz». La posibilidad de que algún sobresalto durante el traslado desde el desierto de Mali hacia un lugar seguro diera al traste con la entrega de los cautivos pesaba demasiado.
Finalmente, ayer por la mañana el Gobierno español dio la noticia a los allegados de Pascual y Vilalta, así como a sus compañeros. En una comparecencia de apenas cinco minutos y en la que no respondió a ninguna pregunta, Zapatero celebró «el punto final a una acción terrorista que nunca debió producirse». Sólo leyó un breve comunicado en el que, además de felicitarse por la noticia, agradeció su trabajo a todos los implicados en la liberación.
«Albert Vilalta y Roque Pascual están libres. [...] Han sido casi nueve meses de preocupación y ocupación del Gobierno, que ha multiplicado su actividad política, diplomática y de los servicios de inteligencia para lograr su liberación», manifestó.
Tras alabar la labor de los servicios españoles de inteligencia y los gobiernos de la región, destacó el trabajo de María Teresa Fernández de la Vega por haber coordinado «con eficacia y tesón esa dificilísima tarea del Gobierno». «De corazón» agradeció también la confianza de los familiares de los dos cooperantes catalanes, «aun en los momentos más difíciles».
Tras los abrazos, la euforia y las celebraciones, queda por ver cuáles han sido las contraprestaciones que han permitido que los dos catalanes regresen a casa. El mismo domingo, la corresponsal de Al-Arabiya en Nouakchot afirmó que la liberación había sido posible por la extradición a Mali del presunto autor del secuestro, conocido como Omar Saharaui, condenado en Mauritania a doce años de prisión. Pero al parecer, ésta no ha sido la única razón.
En su edición de ayer, el diario español «El Mundo» cifraba el rescate en 3,8 millones de euros, mientras que la mayoría de medios -entre ellos Al-Arabiya- barajaban un pago de entre 5 y 10 millones.
Uno de los artífices de la negociación ha sido Mustafa Ould Liman Chafi, un consejero de origen mauritano del presidente de Burkina Faso, Blaise Campaoré, a quien también se atribuyó la liberación de Alicia Gámez. En aquella ocasión, La Moncloa negó haber entregado ningún rescate o contraprestación.
Según fuentes conocedoras de las negociaciones, el Gobierno español -igual que el resto de la UE, excepto Londres- estuvo dispuesto en todo momento a pagar un rescate a una organización que considera «terrorista» a cambio de la liberación.
Satisfacción de AQMI
Un portavoz de AQMI aseguró en un comunicado en audio enviado al diario «El País» que Pascual y Vilalta han sido liberados tras haberles sido «concedidas algunas de nuestras peticiones». Además, criticó a los servicios secretos del Estado francés por no haber evitado con anterioridad la muerte de un cooperante de ese país.
De esta forma, Al-Qaeda ha comparado el desenlace del secuestro de los cooperantes catalanes con el intento fallido de liberación de las fuerzas especia- les francesas y mauritanas del cooperante Michel Germaneau, a quien mataron como represalia en julio.
El comunicado, leído por Salah Abu Mohamed, portavoz de AQMI, da «gracias a Dios porque los muyahidines han encontrado una solución positiva» y añade que la liberación de los cooperantes catalanes se efectuó «porque han sido concedidas algunas de nuestras peticiones».
«Y es una lección dirigida a los servicios secretos franceses para que la tengan presente en el futuro. Tuvieron posibilidad de actuar con cabeza y responsabilidad con los muyahidines», añade el audio en árabe enviado a «El País».
Mientras, Vilalta y Pascual fueron trasladados a Ouagadougou, capital de Burkina Faso, desde donde tomaron un avión hacia Barcelona, donde estaba previsto que aterrizara sobre la medianoche.
«Estamos felices. Es un gran día para nosotros», declaró Vilalta en Ouagadougou antes de despegar, a las 21.41, hacia la capital catalana, donde les esperaban sus allegados.
Puestos a valorar los motivos que han llevado a la liberación de Vilalta y Pascual, e independientemente del más que posible pago millonario por parte del Ejecutivo español, a nadie se le escapa que mucho ha tenido que ver la extradición a su país de Omar Sid Ahmed Ould Hamma, «Omar Saharaui», ciudadano malí condenado en Mauritania a doce años de cárcel con trabajos forzados por el secuestro de los tres cooperantes catalanes.
La condena contra el presunto responsable del rapto fue ratificada el pasado el 11 de agosto, pero menos de una semana después viajaba en avión -sin esposas- a Mali, donde no tenía ninguna causa pendiente. Sus abogados apuntan que Mali no había pedido la extradición, por lo que podría tratarse de una estrategia para que recuperara la libertad. A día de hoy se desconoce su paradero.
Mauritania ha tenido siempre una mano de hierro frente a AQMI, pronunciándose en contra de cualquier negociación o canje de prisioneros, y sus relaciones con Mali se tensaron cuando Bamako liberó el pasado mes de febrero a cuatro prisioneros a cambio de la liberación del rehén francés Pierre Camatte.
«¿Dónde se purgará su condena? ¿Irá a prisión? ¿Hará trabajos de utilidad pública? ¿Será puesto en una residencia vigilada? Para todas estas preguntas, no tenemos por el momento respuesta», señaló hace apenas cuatro días una fuente del Ministerio malí de Justicia.
«Omar Saharaui», apodado así por su matrimonio con una mujer originaria de Sahara Occidental, conoce bien los países de esa zona y a las tribus que la habitan. Diversas fuentes lo calificaron como un mercenario que trabaja por encargo para diferentes organizaciones.
Según esa versión, el hecho de que no formara parte de AQMI despertaba serias dudas sobre si su extradición a Mali podía interpretarse como un gesto de Mauritania de cara a la liberación de los catalanes.
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Al filo del mediodía de ayer, representantes de la ONG a la que pertenecen Roque Pascual y Albert Vilalta, Barcelona Acció Solidària, ofrecieron una rueda de prensa para celebrar la liberación de sus compañeros, después de nueve meses de espera. Frente a la «alegría contenida» que habían mantenido hasta recibir la confirmación oficial, los miembros de la ONG aseguraron que brindarán con «las botellas de cava que llevamos nueve meses guardando a la espera de este momento».
Asimismo, anunciaron que mañana volverán a realizar una concentración, como vienen haciendo desde el inicio del secuestro, pero esta vez será por razones de «agradecimiento y celebración».
Aunque afirmaron que aún están discutiendo esta cuestión, la idea de esta ONG es seguir trabajando sobre el terreno en la zona.
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29 de noviembre de 2009 Tres cooperantes catalanes, Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta, pertenecientes a la organización no gubernamental Barcelona Acció Solidària, son secuestrados en Mauritania mientras participaban en una caravana de ayuda humanitaria entre Nouadhibou (norte del país) y Nouakchot.
8 de diciembre Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) reivindica el secuestro en una grabación sonora difundida a través de la cadena de televisión Al-Jazeera.
7 de enero de 2010 El Gobierno español, durante una cumbre bilateral entre el Estado español y Argelia, reafirma su rechazo a resolver el secuestro con el pago de un rescate.
30 de enero Cuatro personas sospechosas -según fuentes de seguridad- de haber participado en el secuestro son detenidos en Mauritania a lo largo de la semana.
19 de febrero Las autoridades de Mali extraditan a Mauritania a Omar Ould Sid Ahmed, Omar Saharaui, presuntamente implicado en el rapto.
22 de febrero Una fuente de seguridad mauritana anuncia que un hombre sospechoso de haber secuestrado a los catalanes para entregarlos a AQMI en Mali había sido detenido.
10 de marzo AQMI libera en el norte de Mali a la cooperante Alicia Gámez, quien regresa a Barcelona desde Burkina Faso. Varios miembros del Gobierno español aseguran que no se pagó ningún rescate.
29 de marzo El presunto principal autor del secuestro, Omar Saharaui, es acusado formalmente por la Fiscalía de Nouakchot.
25 de julio AQMI reivindica la ejecución del rehén francés Michel Germaneau después de que fracasara una operación militar conjunta del Estado francés y Mauritania en Mali para intentar encontrarlo, lo que provocó la preocupación por la suerte de los cooperantes catalanes.
11 de agosto La Sala de Apelación del Tribunal Penal de Nouakchot confirma la pena de doce años de prisión firme con trabajos forzados contra Omar Saharaui. Apenas cinco días después, es trasladado a Mali bajo una supuesta extradición. Desde entonces, se cree que el Gobierno malí lo dejó en libertad y se encuentra en paradero desconocido.
22 de agosto Medios de comunicación árabes anuncian que Pascual y Vilalta han recuperado la libertad. Ayer se confirmó.