Como espectador televisivo, los mensajes que se contradicen para afrontar la resolución de los conflictos llegan a unos extremos que nos sitúan ante una falta de criterios tan grande, de una doctrina basada en el azar, que no se puede hacer nada más que encomendarse a la suerte cada vez que alguien atraviese un paso fronterizo de alguna zona del globo donde llevar pasaporte del Reino de España no sea un buen salvoconducto. Pero si el tratamiento televisivo es confuso, lo de las reacciones de los contendientes partidistas entra en la estupidez elevada a la categoría de ideario político.

La solución de la retención de los dos cooperantes catalanes se puede considerar el paradigma de la estulticia. Recuérdese que cuando se secuestran barcos pesqueros también se arma un gran follón, porque lo que se debe empezar a entender es que existen conflictos en todo el mundo, que no todo es como se nos quiere mostrara en los programas de turismo o de trabajadores cualificados en diferentes países del mundo. Existen conflictos desconocidos por nosotros, por simple ocultación. Y otros que están proclamados, declarados, advertidos, y si no se quiere aceptar la verosimilitud de las declaraciones de Al Qaeda, es una cuestión de irse enterando a base de incidentes cada vez más elocuentes.

Otra cosa es lo que sucede con Marruecos. ¿Quién está moviendo el avispero? El Borbón se proclama hermano del alauita, por lo tanto existe algún problema familiar o se trata simplemente de tapar vergüenzas. ¿Alguien considera al reino de Marruecos una democracia? Pues son hermanos. Y si con alguien se negocia, se traga, se admiten posturas incomprensibles es con Marruecos. Las razones son bastante lógicas, pero nunca se debe olvidar que hay un tiempo para la siembra y otro para recolección y posterior exportación de los productos. Entre ellos el hachís. Los tomates y demás son comercio con la comunidad europea. La Policía, allí como aquí, usa la fuerza desmesuradamente. Cumplen órdenes. Pero sería bueno que alguien con poder tuviera una mínima idea de cómo afrontar los conflictos y sus posibles soluciones. Para no perder demasiado el tiempo.