Gloria REKARTE Ex presa
Un ejercicio memorístico
Se acuerdan de Vera? Vera, Rafael. Secuestrador, malversador, corrupto y, en la misma época, secretario de Estado. Le condenaron a 17 años. ¿Y de Rodríguez Galindo? Condenado a 75 por secuestro y asesinato. Ambos, como se ve, firmes pilares del estado de derecho. Ambos también, de salud delicada. A uno le atenazaba la depre y al otro malestar general. Dados los problemas de salud, razones estrictamente humanitarias obligaron a echarlos a la calle tras dos y cuatro años respectivamente de prisión. Tras largos años de padecimiento, de insostenibles condiciones de vida, de lucha de familiares y movilizaciones sociales, algunos prisioneros y prisioneras vascas con enfermedades graves e incurables han podido volver a casa en situación de prisión atenuada. Vera y Galindo no la necesitaron: como ya se la atenuaron cuando hicieron como que los encarcelaban, no quedaba nada que atenuar cuando los excarcelaron. Para el Ministerio de Interior, y tratándose de presas y presos políticos vascos, enfermedad incurable y prisión no son incompatibles sino todo lo contrario, que es lo que vino a declarar recientemente, y lo que explica que su situación sea incierta y fácilmente reversible: independientemente de la evolución de su enfermedad pueden ser, y ya lo han sido, nuevamente encarcelados. La plácida situación de Vera no corre peligro. Tampoco la de Galindo. Pura casualidad, fue también el Ministerio de Interior quien lo excarceló. Y tanta, pero tanta humanidad le echaron al asunto, que lo dejaron bien cubierto; embalado para el olvido. Basta ejercitar un poco la memoria para que cada día, cuando te despiertes, sientas que el estado de derecho te salta a la yugular.