El coordinador general de Ezker Batua-Berdeak, Mikel Arana, afirmó ayer que «las heridas siguen abiertas» entre los dos sectores que existen dentro de la formación, pero confía en que «hay voluntad de cerrarlas».

En una entrevista radiofónica, Arana informó de que las dos sensibilidades existente en el seno de la coalición han mantenido reuniones durante los meses de verano para tratar de lograr «algunos acuerdos de mínimos». En este sentido, vaticinó que en otoño continuarán manteniendo estas reuniones con el objetivo de solucionar la situación interna y mostró su predisposición para ello.

Nueve miembros

Las desavenencias existentes en el seno de Ezker Batua-Berdeak entre los afines al ex presidente Javier Madrazo y los defensores de Mikel Arana se vieron agravadas tras el Consejo Político celebrada el 21 de mayo.

En aquella reunión, el sector que lideraba Javier Madrazo consiguió sustituir a nueve de sus miembros y esta decisión fue avalada después por la comisión de garantías, convirtiéndose en una resolución que el sector mayoritario no reconocía y que ha sido recurrida ante la justicia ordinaria.

El actual coordinador de la formación, Mikel Arana, llegó a acusar al sector afín a su predecesor de pretender dar un «golpe de Estado» en el seno de la formación al tratar de modificar las mayorías del Consejo Político.