Un varón de 50 años armado con un fusil de asalto y dos revólveres mató a ocho personas, siete miembros de una misma familia, antes de suicidarse -según la versión policial- en un barrio periférico de la capital de Eslovaquia.

Fuentes locales avanzaron la hipóteses de que las primeras seis víctimas mortales, tres hombres y cuatro mujeres, serían de etnia romaní. La Policía llegó al barrio, situado en el noroeste de Bratislava, cuando el hombre abandonó la vivienda tras perpetrar el crimen múltiple.

Tras verse acorralado en la calle, el presunto autor del delito se suicidó, después de disparar indiscriminadamente contra los transeúntes, una vez abandonado el edificio del sangriento incidente, dejando un saldo de quince heridos, nueve de los cuales se encontraban hospitalizados en estado grave y uno de ellos, en cuidados intensivos en estado crítico.

A última hora de ayer, la Policía informó del hallazgo de otro cadáver, el de una mujer que se hallaba en su domicilio cuando el supuesto agresor comenzó a disparar desde la calle.

Se trata de una tragedia desconocida en Eslovaquia.