Las fuertes inundaciones convierten Niamey en una ciudad fantasma
GARA |
«Nunca habíamos visto nada parecido», afirmó Abdou Gamda, un viejo pescador de un barrio de Niamey devastado por las inundaciones provocadas por la crecida del río Níger y que afectan al país desde hace tres semanas.
El agua ha destruido aldeas y devastado arrozales, cebándose así con una población que vive de por sí en una continua crisis alimenticia.
Las fuertes lluvias han hecho que el Niger, el tercer río más grande de África, experimente su mayor crecida desde 1929.
Según el Sistema nigerino de Alerta y Gestión de Catástrofes, la totalidad del país está afectada, incluida la desértica región de Agadez, al norte.
La ONU estima que más de 200.000 nigerinos han perdido sus hogares a consecuencia de estas inundaciones.