El presidente de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, eligió Iruñea para abrir curso político de la mano de Maiorga Ramírez, el líder de la formación en Nafarroa. En su comparecencia ante los medios, Urizar aseguró que Euskal Herria vive momentos cruciales debido a los cambios de los últimos meses y a las expectativas que se han generado a los ciudadanos, para afirmar después que «estamos a las puertas de las elecciones» y que el «cambio no admite más demora», por lo que relanzar NaBai es su principal prioridad en este herrialde.

Urizar definió su acuerdo con la izquierda abertzale como un medio para conseguir «un Estado vasco en Europa y la paz para Euskal Herria». Este pacto es «la principal apuesta política» del partido, pero el presidente de EA remarcó que este proceso «requerirá su tiempo». Para el líder de Eusko Alkartasuna, esta alianza estratégica no supone «ningún problema» de cara a la reedición de NaBai, una apuesta en la que confía ciegamente el presidente de la formación en Nafarroa. Por ello, Pello Urizar abogó por la «unidad de acción» de las fuerzas abertzales navarras como contraposición al «pacto de hierro» que mantienen el PSOE y el PP en los cuatro herrialdes de Hegoalde. Urizar aseguró que «es preciso reconocer que, si en algún sitio las próximas elecciones ofrecen una oportunidad para el cambio, es en Nafarroa».

Urizar definió NaBai como «el mejor invento del nacionalismo progresista de izquierdas en Nafarroa, para aunar fuerzas frente al nacionalismo español». No obstante, exigió a dicha coalición valentía para conseguir «un cambio con mayúsculas» y devolver la palabra a la ciudadanía vasca.

Maiorga Ramírez, por su parte, considera que Nafarroa vive de nuevo «una oportunidad histórica» para alcanzar el cambio político y aseguró que «incluso la derecha» comparte su tesis. Así, el objetivo que centra los esfuerzos del político tafallés en estos momentos es «acelerar las conversaciones» con todos sus actuales «compañeros» para sacar adelante NaBai, pese a tener un acuerdo ya con Aralar para seguir con esas siglas independientemente de que se sumen el resto de formaciones. Ramírez subrayó que ese pacto previo es «flexible», incluso en el reparto de poder que Aralar y EA habían diseñado (por el que se reservaban el 75% de la capacidad decisoria de la coalición). Ramírez llegó a rebajar ese pacto a «base de trabajo» sobre el que negociar entre «las fuerzas integrantes de Nafarroa Bai a fin de que represente a todas sus sensibilidades».

Ramírez también remarcó que trabajará «sin ningún complejo» en lograr la «pacificación en Euskal Herria» y advirtió que «quien pretenda que doblemos la rodilla en esta decisión mediante mentiras, presión y amenazas, no lo va a conseguir». El líder de EA en Nafarroa aseguró que ha manifestado en numerosas ocasiones que el pacto con la izquierda abertzale es algo «a largo plazo» para acabar con «estrategias de Estado injustas y con la violencia».