«Campanilla y el gran rescate» Sin Peter Pan
M.I. | DONOSTIA
Campanilla fue creada por J.M. Barrie junto a Peter Pan, sin saber que un día pertenecerían al mundo del cine y a una compañía llamada Disney. En el estudio del tío Walt saben muy bien que Tinker Bell, como la llaman ellos en inglés, es la preferida de las niñas pequeñas y de ahí que la hayan convertido en la protagonista de sus propias películas. «Campanilla y el gran rescate», es la tercera entrega de un ciclo previsto de cuatro, porque están convencidos de que dispone de suficiente potencial por sí misma para dejar de ser una secundaria de las historias de Peter Pan y el País de Nunca Jamás. Las películas que protagoniza Campanilla, son mucho más sencillas que las de Peter Pan y, por lo tanto, están enfocadas a un consumo más inmediato. Son simples cuentos de hadas, y «El gran rescate» responde a ese perfil elemental. Todos sus personajes son femeninos, a excepción de la figura paterna, que es presentada como la amenaza para la relación entre las hadas y la niña protagonista. En cuanto el padre detecta la presencia de ese raro especimen que es Campanilla, piensa en llevarla a un museo.
El motivo por el que Campanilla se arriesga y acude a tierra firme es la curiosidad que siente por ver la casa de hadas que ha construido la niña con sus propias manos. Una vez allí, queda atrapada y necesitará de la ayuda de las otras hadas para solucionar sus problemas con los humanos. Lo importante es que la niña no deje de creer en las hadas y en sus poderes, preservando un mundo imaginario que no debe de ser destruido por la torpeza y el materialismo humanos.