Maite SOROA | msoroa@gara .net
Las facturas que temen pagar
Al nadie se le escapa que la situación que padece Zapatero es más que delicada, y que los votos que le puede ofrecer el PNV son caramelos envenenados para Patxi López. Y se pueden imaginar cómo están en la caverna. Ayer en, «El Mundo», Isabel San Sebastián daba saltos: «Con ser de una indignidad apabullante, es probable que el sacrificio de Patxi López no sea ni la única ni la más abultada de cuantas letras pasará al cobro el nacionalismo vasco a Rodríguez Zapatero a cambio de mantenerle en el poder con respiración asistida». Ahora empieza a detallar facturas: «Hay indicios cada vez más claros de que algo se mueve rápidamente en la dirección de una nueva tregua (¿trampa?). Señales que apuntan a otra jugada de las que tan bien ensayadas tiene el mundo abertzale, encabezado por el PNV». O sea que el PNV está conchabado con ETA. Y lo dice tan tranquila.
Además está convencida de que se ha cocido algo gordo: «Aquí hay más que traspasos. Más que la ruptura de una caja, siendo la de la Seguridad Social una caja de Pandora cuya apertura desencadenará males terribles sobre la ya endeble cohesión de España». La mujer está angustiada.
Y la cosa no es para menos a tenor de su diagnóstico: «Para empezar, pagaremos en euros contantes y sonantes las políticas relativas al empleo. Pagaremos igualmente, es de suponer, con el control de las diputaciones vascas, que seguirán prescindiendo de la aritmética parlamentaria para proporcionar a los peneuvistas expulsados del paraíso de Ajuriaenea el consuelo de manejar, como si de su propio peculio se tratara, los dineros del sufrido contribuyente. Y pagaremos además lo que la banda exija a cambio de su enésimo alto el fuego indefinido, permanente, incondicional, perpetuo, intemporal o como tengan a bien apellidar a su añagaza esta vez. Pagaremos con asesinos sueltos, con privilegios infames a terroristas irredentos, con un regreso de ETA a las pocas instituciones de las que ha salido. Al tiempo». A las instituciones, en democracia, van los que han sido elegidos por el pueblo. No es Zapatero quien designa concejales o nombra alcaldes. Pero, claro, eso es democracia y a Isabel San Sebastián eso le suena como la música lejana.