El fiscal no carga con dureza contra el guardia civil que sembró el caos en Leitza en noviembre pasado, tras simular un atentado de madrugada durante el cual llegó a pegarse a sí mismo un tiro a bocajarro. El agente, identificado como S.M.O., declararía después ante sus com- pañeros que había sido víctima de un ataque de miembros de ETA. Según el fiscal, padecía algún tipo de trastorno.

El escrito del Ministerio Público sostiene como hecho probado que el agente «tenía afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas con carácter leve debido al estado emocional en el que se encontraba», algo que se agudizó debido a una personalidad «histriónica y mitomaníaca». Por tanto, ha decidido aplicarle un atenuante por «altera- ción síquica» o «trastorno mental» sin detallar en qué consiste esa tara sicológica que, según fuentes consultadas por este periódico, se supone que habrá acreditado la defensa mediante informes periciales.

Al guardia civil se le imputan dos delitos: alteración del orden público y simulación de un crimen. Por la primera de las acusaciones se ha hecho una petición de ocho meses de prisión y las costas de la causa contra él. Y, por el simulacro de atentado, una multa de ocho meses a razón de diez euros diarios.

Los hechos ocurrieron el 30 de noviembre de 2009, pasadas las tres de la mañana. S.M.O. se disparó en el antebrazo con su propia pistola y dio un aviso de radio a sus compañeros, asegurando que había sido atacado por dos desconocidos que se habían dado a la fuga. Sin embargo, avisó a sus compañeros de que no acudieran a socorrerle puesto que había un «tubo» apuntando hacia el cuartel.

El escrito del fiscal describe que artefacto consistía en «tres tubos de PVC unidos con cinta de embalar que llegaban hasta un recipiente plástico» sin que hubiera rastro de explosivos, y afirma que fue realizado por el propio acusado.

Asimismo, apunta que el supuesto cañón fue colocado por el acusado ese mismo día, al atardecer, como atrezzo para su representación teatral.

Estas diligencias se han emitido al Juzgado de Instrucción número 4 de Iruñea, donde se celebrará próximamente el juicio. En la vista oral declararán varios agentes de la Guardia Civil, incluyendo dos Tedax que acudieron a desactivar la supuesta bomba. Asimismo, un médico forense expondrá sus conclusiones sobre la salud mental del acusado.

El histrionismo es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por una necesidad de llamar la atención excesiva. Los mitómanos, por su parte, se caracterizan usualmente por mentir de forma patológica y este trastorno suele ir ligado a la esquizofrenia. Ninguna de ambas enfermedades se manifiesta de forma repentina.