Tras la declaración de ETA

Rubalcaba siguió alertando de atentados pese a conocer la decisión de ETA

El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, supo hace meses que ETA había decidido no cometer acciones armadas, pero sin embargo y sin ningún rubor siguió vaticinando la posibilidad de nuevos atentados a plazo fijo. Ninguno de sus anuncios se cumplió. El último lo hizo el 1 de julio cuando, pese a conocer la decisión de ETA, el ministro pidió públicamente estar «especialmente atentos» porque «sabemos que a la banda le gusta el verano».


Tras la declaración de ETA

Muy deficiente


Tras la declaración de ETA

Nada que ver con las cuatro treguas anteriores

El cese de atentados anunciado por ETA nada tiene que ver con los de 1989, 1998 y 2006, y sólo un poco con el de 1996. Como ha remarcado la izquierda abertzale, esta vez su decisión es unilateral e incondicionada, lo que la hace muy espe- cial. La historia enseña que en esos cuatro intentos las condiciones y garantías pactadas previamente -dos veces con el Estado y una con partidos vascos- fueron incumplidas o no sirvieron. Ahora, la nueva clave es la implicación popular.


Tras la declaración de ETA

«La decisión de ETA es un paso crítico en el proceso que está en marcha»

En una entrevista telefónica, el facilitador sudafricano analiza con GARA el panorama que se abre después de la declaración de ETA y las diferentes reacciones habidas, desde la izquierda abertzale hasta el Gobierno español. Currin afirma que acogió la noticia con «alivio y satisfacción» y valora positivamente las potencialidades del momento político que vive Euskal Herria. Se siente esperanzado pero no oculta las dificultades para una solución negociada.


Política nuclear alemana

Merkel prolonga la vida útil de las centrales nucleares otros 12 años

La «revolución de la política energética» recién inaugurada por la canciller alemana, Angela Merkel, satisface las demandas de la industria nuclear y da oxígeno al movimiento anti-nuclear, que parece renacer de sus cenizas. Mientras el Gobierno se muestra contento y satisfecho por el compromiso alcanzado con las grandes empresas, los partidos de la oposición están cerrando filas tanto dentro como fuera del Parlamento para cambiar la política atómica.